Los lentes de realidad virtual se han popularizado bastante en los últimos dos años. Poco a poco la experiencia ha ido mejorando, y en nuestro país ya podemos encontrar centros que incluyen efectos 4D de movimiento. Ahora, hemos dado un salto más allá.
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Se instaló el primer centro de realidad virtual «free roam». Esto incluye un espacio abierto de 180 metros cuadrados con una serie de sensores e instalaciones que te permitirán sentir y mover tus manos y pies al interior de la experiencia.
Armas en tus manos
También podrás utilizar físicamente armas, tablas y antorchas. Incluso sentirás viento cuando recorras espacios que, dentro de la simulación, están en el exterior.
El proyecto se llama Lucid Dreams, y según Cristóbal Baixas, gerente general y cofundador de este centro lo bautizaron así «porque las personas viven experiencias similares a los de un sueño, pero estando lúcidos al interior de la experiencia».
Actualmente cuentan con dos simulaciones. La primera, llamada «Patient Zero», se trata de una aventura en la que tendrás que derrotar a zombies, sobrevivir, y recuperar los datos sobre el primer afectado por el virus zombie. La segunda experiencia se llama «Diamond Skull» y, al estilo Indiana Jones, recorrerás unas ruinas antiguas descifrando acertijos para encontrar el tesoro.
Tecnología de punta
En grupos de 2 a 4 jugadores, los participantes disponen de una superficie de 180 metros cuadrados para vivir esta experiencia sensacional. Aquí 39 cámaras detectan el movimiento de los más de 30 sensores que tiene cada jugador distribuidos en todo su cuerpo y un computador que lleva cada jugador en su espalda los recrea en la realidad virtual, lo que les permite desplazarse y realizar actividades sin uso de cables que los limiten.
Equipados con un chaleco que transmite movimientos, guantes, cubre pies y anteojos de realidad virtual, los jugadores caminan por esta zona, llena de efectos 4D, viendo zombies, edificios en llamas, precipicios, vehículos y un ecosistema de juego completo gracias a la realidad virtual. Son tan reales los efectos, que sentirás los impactos de las balas, sentirás frío e incluso cuando un zombie te toque.
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Nada igual en toda América
Cristóbal Baixas señaló a Publimetro que los equipos fueron comprados en Alemania y que en toda América no hay nada igual. “Recorrimos el mundo en busca de un concepto único, y probamos las más avanzadas tecnologías de realidad virtual, y en la actualidad, esta es la más realista e inmersiva”, explicó. Este pionero concepto recién se está implementando en países como Suiza, Alemania, Suecia, Australia y España.
A diferencia de otros países de la región, en Lucid Dreams todas las partes del cuerpo se mueven del mismo modo que en la realidad. Esta innovación permite que el participante se sienta tan inmerso, y que perciba la experiencia como real.
Hay momentos en los que sientes calor (al acercar tu mano al fuego en la simulación), pero en el mundo exterior no hay nada que genere ese cambio de temperatura: es tu cerebro que se encuentra algo desconcertado.
Es por esta razón que la experiencia sólo dura entre 20 a 25 minutos. «Puede ser algo agotador, tanto física como mentalmente», explica Baixas. Pero sin dudas, es una experiencia de entretenimiento única en su tipo. El centro Lucid Dreams está ubicado en Isidora Goyenechea 3000 nivel 2, local 201-B, Las Condes, en las instalaciones del Hotel W.
¿Para quién está pensada esta experiencia?
La experiencia, es recomendada para adultos, aunque los menores desde los 14 años pueden asistir en compañía de un adulto. Los valores varían entre los 18.000 y los 22.000 por experiencia (de 20 a 25 minutos), pero inmerso en esa realidad alternativa pareciera como su hubiese pasado al menos una hora.
Se puede asistir en grupos de dos a seis participantes y todas las reservas se realizan a través del portal www.luciddreams.cl . El proyecto se concretó en nuestro país con el apoyo de Banco BCI. En palabras de Eduardo Pooley, gerente de marketing corporativo y digital de la entidad, les «llamó la atención esta gran iniciativa única en Latinoamérica».
