Nuestro país ha ido avanzando en la producción de videojuegos a paso acelerado. Por esta razón, algunos centros de educación superior ya ofrecen carreras vinculadas a esta industria. En el marco de la Video Game Week 2018 de la Usek, Marc Albinet estuvo en nuestro país.
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¿Te preguntas quien es? Se trata del Game Director de Assasin’s Creed Unity. El famoso videojuego de ficción histórica desarrollado por Ubisoft ha sido un éxito en todo el mundo. Conversamos con el especialista sobre la saga. Albinet señaló que los más complejos de desarrollar fueron el primero y el segundo.
«Esto fue, porque implicó que se hiciera una transición entre dos tipos de consolas: la primera que eran la Play 3 con la Xbox a pasar a las consolas nuevas que eran la Play 4 con la Xbox One», señaló. El especialista cree que la realidad virtual no será parte importante del futuro de los videojuegos, porque «ya no revolucionó a la industria».
¿Por qué fue complejo?
«Porque eso conllevaba a empezar desde cero todo», explica Albinet. «Toda la parte tecnológica de los proyectos que en un minuto dado, se va desarrollando dentro de la saga, (tú vas como reciclando tanto los Ases, las herramientas y la tecnología que se haya) se tuvo que empezar de nuevo cuando empezó «Assassin’s Creed Unity», lo que provocó que las personas que crearon el juego anterior y que ya se encontraban en otros proyectos, tuvieran que volver a crear todo de nuevo», relata el Game Director.
Una vida con los videojuegos
Pero Marc es mucho más que Assasin’s Creed. Marc Albinet, es un reconocido profesional a nivel mundial con 30 años de experiencia. Ha trabajado en compañías de videojuegos tales como Ubisoft, Disney Interactive, Atari / Infogrames y Psygnosis.
Ha liderado proyectos de producciones masivas tipo AAA (11 estudios involucrados) creando mundos abiertos inmensos y profundos. Dentro de su portafolio de juego se encuentran (además de Assassin’s Creed) Just Dance, Alone in the Dark y Little Big Adventure. Y por eso, analizamos la industria de los videojuegos junto a él.
¿El VR no es el futuro?
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«Yo no creo que las nuevas tecnologías emergentes como la realidad virtual o la realidad aumentada no van a revolucionar la industria de los videojuegos porque ya no lo hizo», dijo a Publimetro.
Según Albinet, quien lleva un par de décadas trabajando en esta industria, la realidad virtual «si bien mejora lo que es la inmersión en sí, lo que es el tema del juego, no se satisface de mejor manera porque las acciones no incorporan o no se centra en los que es la jugada o habilidad por así decirlo».
En el caso de la Realidad Aumentada, el especialista señala que «se integra un poquito más al jugador en el espacio». Sin embargo, cree que no tiene sentido si el jugador realmente no quiere salir de su espacio de comodidad a interactuar afuera.
El futuro: streaming de videojuegos
Pese a aquello, sobre nuevas tecnologías que se están utilizando, el especialista señala que «lo que podría funcionar es el streaming así como lo hace Netflix».
«Se van a consumir los videojuegos a través de una plataforma a través de streaming donde se va a pagar una suscripción», apostó el especialista. Algo como lo que hace actualmente Microsoft con el Game Pass de Xbox.
«Gamification»
Sobre el concepto de «gamification» el especialista tampoco cree que se avance mucho más. «El concepto de la gamificación, desde mi perspectiva hace que sea un agente que opera de una manera y que hace que los usuarios hagan acciones sin estar 100% conscientes de esas acciones», señaló.
«En ese sentido hace que el jugador haga sin entender mucho y que opere de una manera que no lo vuelve tan consciente de lo que está desarrollando dentro de un sistema de juego. No lo encuentro muy bueno porque hace que se le considere al usuario un poco menos activo dentro de la aplicación y poco consciente de las cosas que esta realizando y operando», añade.
«Creo que se desliga un poco de lo que es el entretenimiento pero sí podría funcionar mejor en la parte de la educación o en otro tipo de cosas donde sí se requiera a través de la motivación que los estudiantes estén más dispuestos a aprender cosas», concluye Albinet.