En 1910, el joven confitero griego Leonidas Kestekides, al frente de la delegación Griega de los EEUU, participa en la «Exposición Universal de Bruselas» y obtiene la medalla de bronce.
Tres años después, en 1913, participa el la «Exposición Internacional de Gante» y se hace con la medalla de oro. Sería el comienzo de una historia de excelencia. Nuestro joven confitero se instala definitivamente en Bélgica, en donde decide abrir salones de té en Bruselas, Gante y Blankenberge, para poder mostrar así su talento al gran público. Un sobrino de él, lo llevaría al siguiente nivel.
Herencia familiar
Desde 1935, es Basile Kestekides, el sobrino de Leonidas, es quien toma el relevo. En aquella época, es el Maestro Confitero en persona quien, desde la «ventana de guillotina» de su establecimiento del Boulevard Anspach, vende directamente sus productos a los clientes.
Lo que quería a toda costa era ofrecer «pralines» de excelente calidad, y además asequibles.
Desde el primer momento, en honor a su tío, Basile asocia a su arte particular la efigie del Rey de Esparta, Leonidas. En su obrador del Marché aux Grains de Bruselas, Basile crea sin descanso «pralines» nuevos siguiendo tres preceptos básicos: la frescura, la generosidad y la herencia del maestro chocolatier.
La historia que llega a Chile
La historia Belga continua en Chile, en Las Tranqueras 1535 B Vitacura. Juan Pablo Caruso y Cristobal Palominos, dos jóvenes emprendedores decidieron traer esta marca de fama mundial a nuestro país. La idea surge tras varios viajes a Europa donde les llamó la atención la presencia de la chocolatería.
«Hay más de 1.200 alrededor del mundo», relata Caruso a Publimetro. «Nos preguntamos, cómo una chocolatería tan grande no está en Chile», añade y en ese momento, comenzaron a ver si era posible iniciar un proyecto.
Enviaron la solicitud, presentaron una propuesta y viajaron a Bélgica. La idea, se hizo una realidad.
Juan Pablo señala que «el chileno cada vez se está volviendo más gourmet, lo hemos visto no sólo con la chocolatería, sino que también con el mercado de los distintos tipos de café».
Gran variedad
Con más de 140 tipos de chocolates distintos, ya tienen un buen flujo de clientes, que de hecho, van en busca de nuevas experiencias y nuevas propuestas. «Uno de los favoritos de la gente en la tienda es un chocolate con un 72% de cacao», añade el joven emprendedor.
Las chocolaterías Leonidas, alrededor del mundo, destacan por su fabricación de «pralines»: chocolates Belgas puros de cobertura, mantequilla y nata frescas, crema de leche, avellanas de Turquía, cerezas Morello del Perigord, almendras de Sicilia y naranjas de Valencia, por sólo citar algunos ejemplos.
La tienda chilena de esta chocolatería premium belga se ubica en Las Tranqueras 1535 B Vitacura. Sin duda, un viaje a Europa a través del sabor.