La rebeldía de Meghan Markle con los protocolos reales se sigue extendiendo. La duquesa de Sussex, quien podría dar a luz este mes, ha rechazado al equipo de ginecólogos de la reina Isabel II. Esto supone una nueva ruptura de las tradiciones.
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De acuerdo al Daily Mail, la esposa del príncipe Harry no quiere ser atendida por Alan Farthing y Guy Thorpe-Beeston, dos de los doctores más reconocidos del mundo por su excelencia en la rama. Incluso se encargaron de los partos de Kate Middleton, duquesa de Cambridge. Y es que a Meghan Markle no le interesa dejar el nacimiento de su hijo en manos de señores con corbata.
Sin embargo, la exclusión no es total, debido a las máximas normas de la familia. Es decir, los tradicionales médicos sí presenciarán el parto, aunque en un papel secundario, detalla el medio. Lo más impresionante de la decisión de Meghan Markle es renunciar al servicio gratuito de Farthing y Thorpe-Beeston. El contrato que ya la exactriz hizo con su equipo personal cobraría miles de libras esterlinas.
Y no es primera vez que este episodio se presenta en la realeza. Diana de Gales, conocida como Lady Di, tampoco optó por los ginecólogos de la reina Isabel.
Recientemente se conoció que el padre de Meghan, Thomas Markle, no podrá conocer a su nieto. Así lo reveló un famoso escritor, basado en las polémicas que la royal ha sostenido con su progenitor.
