Yoshi es uno de de los personajes más queridos de Nintendo. Si bien en un comienzo era secundario, al ser el apoyo de Mario, ya desde hace un tiempo que ha gozado del protagonismo en sus propios juegos. Hoy estamos ante un nuevo título de nuestro verde amigo. Se trata de «Yoshi’s Crafted World». Si tuviésemos que ponerle una nota de inmediato, sería un 6. Te explicamos por que.
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El juego es entretenido, rápido, dinámico. Pero tiene un problema: es muy fácil. Ese es el punto que no le permite alcanzar la distinción máxima. Lo que si podemos destacar es que cumple al máximo su función principal: entretener. Sin embargo, dada su facilidad, es difícil lograr quedar enganchado del título por varias horas. Llega un momento en que necesitas un mayor desafío.
Una estética probada y exitosa
Obviamente al comenzar a jugar este videojuego te darás cuenta que es como ver «artesanía en movimiento». Carton, latas, retazos de tela. Una estética con la que nos hemos ido familiarizando en los últimos 10 años, luego del éxito de «Little Big Planet» de Playstation.
Y si bien, ese título fue el primero que derechamente nos llevó a este tipo de cosas, Nintendo ya había hecho lo suyo con «Paper Mario» en Nintendo 64.
Esta idea de darnos una estética de materiales, alejándonos de los efectos digitales a los que estamos acostumbrados es bastante buena. Finalmente la estética es agradable, se ve bien y lo que más importa en un juego es que la fórmula logre el objetivo principal: la entretención. Y en este juego, aprovechan la estética para potenciar aquello, ya que ninguno de sus niveles se parece. El juego en sí es una bomba de creatividad.
Aquí se mezcla de todo: Ya no es solo lana, sino que cartones, metales, todo. Es como si tomaras el taller de tu profesora de arte y lo vertieras en un cartucho. ¿El resultado? una obra de arte basada en el estilo clásico de plataforma de Nintendo. Irás pasando obstáculos, se irá subiendo la dificultad, y terminarás ansioso por todo lo logrado. Esa adrenalina que varios Mario han logrado a lo largo del tiempo.
Las etapas
¿Los escenarios? Gran variedad como acostumbra Nintendo. Playas, circos, desiertos, castillos y más. Cada etapa tiene tres objetivos para realizar, además de llegar al final: encontrar las flores felices, las monedas rojas y llegar al final con la salud llena. La última puede ser la más compleja. También está el «desafío personal» de terminar cada etapa con el 100% de objetos y cosas a recolectar, pero no es necesario. Solo para los más fanáticos.
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¿Estamos ante un increíble juego de Yoshi? No. Si bien es un título entretenido, la mayor obra maestra de nuestro amigo dinosaurio es «Yoshi’s Island» de Snes. «Wooly World» y «Crafted World», ambos del mismo estudio (Good-Feel) son juegos que brindan entretención, evocan sentimientos de afecto al personaje y muestran una estética exquisita. Pero a nivel de entretención y de calidad de la experiencia de jugar e ir pasando etapas, aún les falta.
Entretenido, pero muy fácil
Es como tener una gran producción para una obra de teatro, con grandes disfraces y excelentes actores, pero que no logras ver la obra hasta el final. En este caso, estamos ante un juego que no te llama a quedarte dos días sin dormir para darlo vuelta. Es como un chocolate caliente: te puedes tomar uno con tranquilidad y disfrutarlo, pero no te tomarías una jarra entera en unas horas.
Este juego en si es muy bueno. Es un título que tendría en mi Nintendo Switch para jugar en momentos de aburrimiento, en momentos que requiera un juego liviano para distraerme. Es el juego perfecto para jugar de a poco, con dosis exactas que brinden felicidad por lograr superar las etapas. Para los jugadores más pequeños o que recién se inician en este mundillo es ideal. Ya que, pese a lo fácil que es, se enfoca en las destrezas base de un juego de plataforma. ¿Recomendado? Si buscas algo liviano y entretenido, de todas maneras.
