PUBLICIDAD
«Stardew Valley» es un juego difícil de recomendar a cualquiera. Primero, te tienen que gustar los RPG. Y luego, tienes que ser una persona con mucha paciencia. No lo esconderemos: Las primera horas aburren.
Porque sientes que es un juego muy mecánico que perfectamente podrías jugar desde tu smartphone. Te levantas, siembras, caminas, pescas. Lo típico. Pero a medida que vas conociendo a más gente del pueblo, se vuelven amigables y la dinámica del juego cambia.
La amistad lo mejora todo
Tendrás más cosas que hacer y hablar con ellos. Y ese, fue el punto que me hizo engancharme del juego.
La mayoría de sus historias son muy interesantes aunque toma algo de tiempo descubrirlas.
Con el paso de las estaciones dependiendo que avances y que hagas irás descubriendo más lugares que visitar y muchas más cosas por hacer.
Un dato curioso es que hay un calendario de sus cumpleaños. Así que si quieres hacer crecer tu amistad con ellos, te recomiendo que estés atento a ese detalle.
PUBLICIDAD
Lo entretenido de involucrarte más y más con los ciudadanos es que tendrás que ir resolviendo disputas o compartir tiempo con estos personajes.
El tiempo lo transforma en algo genial
Y así, pasando los meses y estaciones el juego se vuelve muy muy entretenido. Si bien me gusta el género de los RPG le tenía poca fe a este título. Que equivocados estábamos.
La nostalgia te ataca por la estética del juego y luego, cuando ya estás entretenido, ir viendo el crecimiento de tu casa, granja, animales y plantas, es muy satisfactorio.
El manejo del tiempo y las decisiones que debes tomar día a día, hacen que pierdas la noción del tiempo. Si, con un juego que se ve «a la antigua» y que al comienzo es lento.
Pero dale tiempo, dale una oportunidad. Tener este título en la Nintendo Switch es bastante cómodo.
Se adapta bien a la versatilidad de la consola y es un juego económico que sin duda es un aporte a tu colección. Insisto, si te gustan los RPG y tienes pa paciencia suficiente.