En medio de una nueva cuarentena y sin claridad de cuándo se podrá retomar en algo la vida normal, los menores de la casa comienzan a evidenciar signos de cansancio y estrés, motivo por el que urge más que nunca acompañarlos y entregarles las herramientas para que puedan distraerse. Si bien en nuestro país, los índices lectores aún son bajos, nunca es tarde para reivindicarse y dedicar algunos minutos al día a leer libros junto a ellos, a su ritmo y de acuerdo a sus intereses.
PUBLICIDAD
“El encierro y la incertidumbre producto de la pandemia ha afectado la salud mental de la población en general incluyendo a los niños y niñas”, comenta Ángela Cabezas, psicóloga del “Programa Creciendo Juntos”. En esta línea, agrega que incluso puede afectar en áreas claves del neurodesarrollo en la primera infancia (hasta los 6 años), debido a que tienen preocupaciones por el exceso de información que reciben y no son capaces de procesar. “Los menores no cuentan con las herramientas emocionales necesarias para lidiar con ello, manifestando sintomatología ansiosa, frustración, estrés, cambios de humor y temor de contraer el virus, lo que además afecta al libre movimiento, la exploración, las relaciones sociales, el juego y el aprendizaje”, explica.
En este sentido, la profesional aconseja a los padres y/o cuidadores poder transmitir la seguridad necesaria tanto física como emocional, así como también entregar estímulos, cariño y confianza. Una de las formas de conseguirlo, es a través de la lectura. “La mayoría de los libros tiene una función de divertir, entretener y ayudar a distraer la atención de sus lectores, que junto a su capacidad relajante y tranquilizante, puede reducir los niveles de estrés y ansiedad”, indica la psicóloga.
Pensando en la primera infancia, es que la Editorial Pehuén ha preparado una selección especial para preescolares y menores que se están iniciando en el maravilloso mundo de la lectura.
“La casa de los ratones” con sus títulos “Sam y Julia”, “Vamos de compras” y “Vamos a jugar”, de la holandesa Karina Schaapman, es una gran alternativa incluso para que los padres rememoren la estética de los años ’60 y ’70.
Otra opción es el set de seis libros “Ene tene tú”, de la autora Vivienne Barry. Se trata de tradicionales canciones infantiles, ilustradas a partir de los fotogramas de cortos animados en stopmotion, cuya característica más llamativa son las figuras modeladas con plasticina. Este proyecto ha recibido importantes premios de animación como Prix Jeunesse Iberoamericano y el Festival Colibrí, entre otros.
Complementa esta selección la “Colección Pueblos Originarios” con los libros “El día que Txeg Txeg y Kay Kay no se saludaron”, “La noche que nos regalaron el fuego”, “Una mágica víspera de carnaval” y “Hahave y los Aku Aku”. Cuatro relatos bilingües para niños y niñas, que relatan algunas de las más representativas historias de nuestros pueblos originarios: Mapuche, Aymara y Rapa Nui.
Asimismo, se debe tomar en consideración que algunos de los beneficios de la lectura son: estimular la fantasía y la creatividad; fomentar valores, cualidades morales y anímicas; colaborar en el desarrollo cognitivo, de lenguaje y memoria y ayudar, a que el niño o la niña aprenda a través de la magia y la fantasía, potenciando así su inteligencia e imaginación. Para Ángela Cabezas, pensando en los primeros lectores, se debe escoger un texto que llame la atención del menor, apto para su edad y con leguaje sencillo, historias cortas e imágenes llamativas para mantener la disposición para escuchar e interactuar con la historia del libro.