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Sin pelos en la lengua, el comediante conversó con Publimetro sobre su vida como “chileno”, las historias tras sus ácidas rutinas y los proyectos que vienen en su camino.
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Los próximos días 20 y 22 del mes, Jorge Alís se tomará el Teatro Necafé de las Artes para presentar su show “Mate con Huesillo”, pero esta no es la única actividad que ocupa al “mitad boludo, mitad huevón”. También se encuentra en la última etapa de post producción de una película titulada “Argentino QL”, en la que trabaja con Patricio Pimienta y que llegará a la gran pantalla durante el primer semestre del 2016.
Tienes un montón de actividades por estos días. La película, shows, promoción…
– (Ríe) Sí, estoy con un montón de laburo, pero está bueno. La película editándola y también haciendo cosas de la publicidad con un trabajo que también tiene que ver con apostar a algo nuestro, independiente, muy under por así decirlo.
No fue de un día para otro pero, ¿imaginaste que tu estancia en Chile incluiría llegar a Viña del Mar, hacer una película, llenar teatros?
– No, ni a palos. Jamás pensé en eso porque tampoco era como un fin. Una de las cosas más lindas que me ha pasado en Chile fue sentir que uno está cómodo, sentir que uno está en un lugar y que te hace bien. Sentí que Chile me hace bien y agradezco haber sentido eso porque Chile me ordenó y después de unos cuantos años formé una familia. ¿Y qué sé yo? Acabo de salir de mi casa y le estuve cortando el pelo a mis hijos, que me encanta, porque estudié peluquería.
¿En serio?
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– Sí y me gusta muchísimo, estuve cortándoles el pelo. Mi hija empieza hoy mañana pre-kinder en otro colegio. La tengo que llevar y son etapas re lindas que te dan mucha pena porque tienes una nena chiquitita que ya no es tan chiquitita; y mi hijo más pequeño, de 3 años, entró al jardín y es como “puta, ya no está en la casa”… y para mí Chile es eso. Son todas estas cosas que me llenan de emoción. Y además de todo esto, tengo trabajo, tengo un show, hago lo que quiero. Y aparte de eso, la gente me quiere un montón ¡Es genial boludo!
¿El sueño del pibe, un argentino que lo quieren y le va bien en Chile?
– Sí, el sueño del pibe es hacer lo que a uno le gusta. Lo que pasa es que muchas veces no valoramos cuando alguien es el lugar en donde está. Por ejemplo, se acaban de ir mis papás y unas sobrinas de regreso a Argentina, y claro al ser extranjero uno piensa en Buenos Aires, mi familia que está allá; pero en esa historia uno valora un montón el estar en un lugar que me encanta, que elegí. No sé, no extraño absolutamente nada de Argentina. Hay que cuidar las cosas que pasan acá.
¿Qué te preocupa de Chile?
– Me preocupa que Chile no se vaya a la mierda con tanta corrupción. Me preocupa porque siento que Chile puede tener esta gracia de diferenciarse de un montón de países latinoamericanos. Viniendo de otro lugar, uno valora mucho el espacio nuevo y las cosas que logras, los hitos, y mi familia es uno de estos hitos, me ordenan y dan energía. Y además, esto me da la oportunidad de regalarme el subir a un escenario como el de Viña del Mar y que me acepten. ¡Es como un orgasmo permanente!.
Eres un tipo feliz y agradecido, no debe ser difícil encontrarle las cosas divertidas a la vida
– Claro, y soy un tipo muy observador. Y me he dado cuenta que mis hijas también son súper observadoras. Somos como la “familia Miranda” (ríe) todos nos quedamos mirando a un costado para decir “qué mierda pasa con el de al lado”. Trato de darle una vuelta a las cosas y también tengo en mi cabeza una cosa medio psicoanalítica, para preguntarse qué hacer.
¿Cosas cómo qué?
– No sé. Yo creo que Dios no castiga, si lo hiciera irían a la cárcel los que coluden. Están totalmente libres de culpa. Ese tipo de cosas me divierten y son un mecanismo para darle para adelante y no aburrirse en medio de pelotudos. Claro, todos de repente tenemos estancamientos, todos tenemos miedos de decir cosas, o que no me cambio de laburo porque estoy cómodo y no salimos de la zona de confort. Y en la zona de confort, te cagan (risas). Y en la zona de no confort, tenemos miedo, culpa y todas esas cosas que nos ponen chiquititos. En la zona de confort te dicen “come carne que hace bien”, y después te dicen, “¡no comas que te da cáncer!”, cosas terribles. Somos conejillos de India. Este tipo de cosas me divierte, me engancha y me lleva a darle una vuelta. No quiero denunciar, para eso está Twitter, para eso está Facebook, los medios, los periodistas. Yo quiero darle una vuelta de rosca para ver cómo, con este drama terrible, cagarnos de la risa.
¿Todos estos elementos dan vida a los stand up y a la película?
– Totalmente. Con este show y con la película “Argentino QL”, que tiene que ver mucho, pero viéndolo desde el lado más terrible. Del tipo que va a las cinco de la mañana a la Posta a pedir un puto número y se levantó a las tres y tomó cuatro micros. Y no le dieron el número. Y tiene que esperar una hora y media. Y sale de ahí cagado de hambre. Y gana 600 “lucas” para toda la familia. Y después uno escucha que todos son Padre Hurtado, que todos hacen para los demás… pero los seres humanos somos súper egoístas, lo que no está mal, pero hay límites.
No es difícil ver todas estas cosas terribles, pero ¿cómo es el proceso para darle la vuelta de turca para terminar riéndonos?
– Creo que tiene que ver con personalidades. Siento que tengo esa personalidad. Me gusta el humor naif y puedo decir cosas terribles y puedo estar diciendo una cosas infantil. Esa dualidad me parece muy divertida y me encanta poder generar esa mezcla. La denuncia por la denuncia misma, siento que no es la pega nuestra, sino que la de los periodistas. Para mí este es un juego en el que uno tiene que bucear para darle una vuelta de rosca y que no sea solamente lo que uno ve en el titular del diario. Para esto hay que sacar las ideas a la calle. En los shows pruebo todo el rato cosas de improviso y hay algunas que de repente funcionan y otras que no. Pero bueno, así se van armando las cosas.
¿Qué se viene a futuro?
– Estamos viendo la onda de promocionar la película. Estamos armando una gira por Chile… y uno se olvida que Chile es tan grande. Uno tiene un vuelo de 3 horas y media de avión, y estás adentro de Chile. Y si estás en el sur y te quieres ir a Arica, ¡son 7 horas! En eso llegas a Colombia. Y al ser tan grande, está lleno de chilenos (risas) que en Santiago no les damos bola, ni la cultura, ni el gobierno, ni nada. En este sentido, el público del sur, del norte y de Santiago es distinto. Uno no dice una cosa de la misma manera de cómo lo dices en Arica a como lo haces en Punta Arenas, tiene otro ritmo, otro dichos, y yo quiero llegar a esa gente con diferentes formas de publicidad de la película.
Parece que tiene muy claro cómo es Chile…
Mira loco, tengo tres hijos chilenos y para mí el amor de Chile es incondicional. Va más allá del nacionalismo que uno puede tener por Argentina o sus barrios. Lo siento, Chile me dio tres hijos y Argentina sólo me dio milonga (risas).
Mauro Canales
(@maurocanales)
EL SHOW
Fecha: 20 y 22 de noviembre
Lugar: Teatro Nescafé de las Artes
Entradas: Sistema Ticketek