Siempre se ha dicho que La Bombonera, estadio de Boca Juniors, tiembla cada vez que el equipo juega en su recinto, pero era algo que hasta ahora no pasaba de ser un dicho de sus propios hinchas.
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No obstante un sismografo instaló, en la previa al duelo entre Racing y Boca Juniors, un elemento para medir la intensidad que provoca la barra xeneize, teniendo sorprendentes resultados.
En cada celebración de la hinchada se produjo un sismo superior a los 6 grados en la escala de Richter, siendo el de mayor intensidad el empate parcial (1-1) que anotó el charrúa Santiago Silva provocando un movimiento de 6,4.