La palabra de Sampaoli

¿Existen dudas con el desempeño que tendrá el técnico a cargo de Chile? Por supuesto. Las dudas aparecen por su escaso recorrido con equipos grandes.

Al parecer se acabó la espera para oficializar a Jorge Sampaoli como el reemplazante de Claudio Borghi en la banca de la selección chilena. En las próximas horas la Anfp debería presentar al entrenador, porque consumada la eliminación de Universidad de Chile en los cuartos de final de los playoffs del Clausura, existe tiene vía libre para cerrar la negociación que comenzó hace dos semanas con el técnico oriundo de Casilda (provincia de Rosario, Argentina).

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De esta forma, tras la salida del Bichi, la Roja que sueña con llegar a Brasil 2014 está a las puertas de vivir un cambio radical en el estilo de conducción del plantel desde la cabeza técnica.
¿Es Sampaoli el técnico apropiado para asumir en la Selección? Imposible responder con absoluta certeza. Ningún entrenador del mundo, ni siquiera el más prestigioso y laureado, puede asegurar el éxito y buenos resultados. En el fútbol, una actividad donde muchas veces no ganan los mejores y dos más dos no siempre son cuatro, lo único que un cuerpo técnico puede asegurar es trabajo, método y dedicación. Generalmente cuando hay mucho trabajo, el método es el correcto y la dedicación absoluta, los resultados llegan, pero nadie puede asegurarlos a priori.

Bajo esa premisa hoy, lo que se debe evaluar, es si Sampaoli está capacitado para asumir el siempre complicado desafío de dirigir a la Roja. En un país donde las expectativas y la presión del medio no se condicen ni con el palmarés ni con la realidad competitiva de nuestro fútbol, el buzo rojo con la estrella en el pecho se ha transformado en una camisa de fuerza que, la mayoría de las veces, termina aprisionando y desgastando a niveles extremos las capacidades de los técnicos elegidos. ¿Ejemplos? Muchos: Arturo Salah llegó con el pelo negro a Pinto Durán y salió con el look de Antonio Vodanovic. Mirko Jozic aguantó menos de un año en el cargo y terminó arrancando a su natal Croacia. A Xabier Azkargota se le llegó a caer el bigote en su breve paso por avenida Las Torres y Juvenal Olmos se transformó en un “perro verde” antes de ser despedido por Reinaldo Sánchez.

No es fácil ser entrenador de la Selección. Hay que tener sangre fría para tomar decisiones,  ser muy tolerante a la crítica, indiferente a las presiones y entender que lo que ocurre en Juan Pinto Durán repercute en todo un país, no es propiedad de nadie en particular. ¿Demostrará esas virtudes el todavía entrenador de la U cuando asuma en la Selección? El tiempo y el propio técnico entregarán las respuestas.

Sin embargo, a la luz de lo que ha sido el recorrido del argentino dirigiendo en Perú, Ecuador y Chile, y especialmente tras sus dos extraordinarios años al mando de la U,  creo que uno puede estar tranquilo que el casildense de seguro ofrecerá capacidad de trabajo, seriedad en la preparación de los partidos y convencimiento para entregarle una identidad agresiva y ofensiva a la Selección. A uno le podrá o no gustar cómo se maneja Sampaoli, cómo vive el fútbol al borde de la cancha, cómo hace los cambios o cómo elije a sus jugadores, esa evaluación cada cuál la puede hacer, pero es innegable que el tricampeón con los azules asegura algo que se pide a gritos en la concentración de la Roja: trabajo serio y una relación profesional, más que de amistad, con el plantel de jugadores.

¿Existen dudas con el desempeño que tendrá el técnico a cargo de Chile? Por supuesto. Las dudas aparecen por su escaso recorrido con equipos grandes (sólo la U), la nula experiencia que tiene con selecciones nacionales y su excesiva y natural identificación con la hinchada azul, situación que podría repetir lo que se vivió con Borghi, a la inversa, por su identificación con Colo Colo.

Todo está en manos del técnico. Él deberá demostrar que tiene el manejo, la inteligencia, la capacidad de liderazgo y la claridad para convencer, a sus jugadores y el medio, que con él en la banca Chile retomará el nivel que le permita ser protagonista y clasificar al Mundial de Brasil 2014.

Que comience de una vez por todas el nuevo proceso de la Roja, Sampaoli tiene la palabra.

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