La bella Javi Acevedo presiona a Darío Franco antes del Superclásico

Javiera Acevedo tendrá que ver el Superclásico en cama, puesto que se encuentra enferma / Sylvio García

Por Rafael Verdugo

Fue la animadora y conductora de la Noche Azul del 2011, hecho que a esta altura la convierte en el amuleto de una institución que después de ese día vivió los dos años más exitosos de su historia. Confesa hincha azul y fanática hasta las venas, sigue la campaña de manera fiel y habitualmente se le puede ver asistiendo al estadio a presenciar una U que por estos días se juega todo el semestre.

Cual es el Superclásico que más recuerdas y cómo lo viviste?

El inolvidable, fue el 5-0 del año pasado.  Estaba en el estadio, y delante mío estaba una gran amiga, Dayana Amigo, que también es hincha de la “U”.  No podíamos creerlo.  Era festejar un gol cada diez minutos. Nos mirábamos y era impresionante. Ya con el gol de Ángelo Henríquez me paré y no dejé de gritar.  El quinto gol cayó del cielo.  Fue una tremenda fiesta.  De más atrás, me acuerdo del gol de Maestri en el Monumental.  Me parece que fue en 1999.  Ganamos 1-0.  Fue la única vez que fui a ese estadio.

¿Cómo verás el partido? ¿Te complicó el cambio de horario?

Es que estoy enferma…No voy a poder ir al estadio como quería.  Estoy obligada a verlo en mi casa, con jugo de limón y una crema de zapallo que me voy a preparar.  Ojalá sea cábala.

¿Qué te parece Darío Franco como técnico? ¿Piensas que ha bajado mucho el nivel el equipo?

A Franco lo noto confundido y presionado.  Se nota que le pesa el fantasma de Sampaoli.  Ha sido una campaña bien irregular.  A veces pone a jugadores fuera de puesto, a veces apuesta por los juveniles… No sé.  Yo creo que ha rotado demasiado.  Entiendo que le convoquen gente a la Selección, pero no tener una formación fija, de seguro lo complica.  Lo curioso, es que confundido y todo, igual puede pelear el campeonato y la Copa Chile.

¿Te consideras una viuda de Sampaoli?

Con la U hizo mucho.  Ahora, lo está haciendo con la selección.  Viuda, ni tanto.  Igual creo que los procesos se dan a mediano plazo.  Me acuerdo cuando le llevaban coronas a Sampaoli a los entrenamientos.  Hay que tener un poco de paciencia, aunque con Franco se me agota cada semana.

¿Alguna apuesta? ¿Cuál ha sido tu mayor locura por la U?

No soy de hacer grandes apuestas.  Alguna vez aposté diez lucas a un resultado imposible con la U, y se dio.  A la U se le quiere, más allá de los resultados.  Es una forma de ver la vida.

¿Cómo nació tu amor por la U y cómo te consideras como hincha?

Soy muy apasionada.  Lo heredé de mi abuelo paterno, que era de hablarnos del viejo Ballet, que me quiso llevar al estadio y que me inculcó este sentimiento.  Mi papá era hincha de la Católica y siempre lo encontré un poco tibio en el tema del fútbol… jajajajá.  Tengo otra hermana que es hincha del Bulla.  Nos hicimos más fanáticas en el Estadio Español, donde tenía muchos amigos de la U.  Incluso un pololo de cuatro años, que iba todos los fines de semana a ver al equipo.  Lo llevo en la sangre y lo lleva mi ambiente.  No podría haber sido otra cosa que lo que soy.