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Dinho y su tradicional festejo. (AFP)
Uno de los mejores jugadores que ha tenido Brasil en las últimas décadas es Ronaldinho Gaúcho, quien a lo largo de su carrera ha sido criticado por su pasión por la noche, pero sostuvo que las fiestas no le pasaron la cuenta.
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“Si la noche hubiera interferido en mi carrera, no habría ganado nada. Uno no tiene que decir lo que hace o deja de hacer, la respuesta tiene que darse siempre dentro del campo, lo que ocurre es que cuando ésta no llega, indefectiblemente, la gente piensa que es por motivos extra campo”, dijo el campeón del mundo en 2002 a la televisión brasileña.
“A veces, pierdes un partido y estás irritado, loco para salir a dar una vuelta para esparcir la cabeza, pero si sales cuando pierdes no es algo normal”, contó.
“En cualquier otra profesión cuando las cosas no salen bien, el tipo quiere ir al bar para airearse, todo el mundo puede hacerlo, pero resulta que no es posible para nosotros”, así terminó su análisis la figura del Atlético Mineiro.