PUBLICIDAD
Wiggins con la camiseta de la selección juvenil de Canadá, en el torneo FIBA Américas sub 18 de 2012 / Foto: GettyImages
El “Michael Jordan de Canadá”, el sucesor de LeBron James, la futura estrella de la NBA. Así ha sido y es nominado Andrew Wiggins. 18 años (23 de febrero de 1995), nacido en Toronto, Ontario. Hijo de Mitchell Wiggins, discreto alero que en la segunda mitad de los ochentas y principios de los noventas deambuló por algunos equipos de la NBA antes de cerrar su carrera en Italia, Grecia y Francia. Su carrera estuvo marcada por una suspensión de dos años por doping postivo de cocaína.
Andrew no es discreto. Es la figura de la Preparatoria Huntington, de West Virginia, que disputa el torneo escolar de básquetbol estadounidense. Con los “Expresos” -apodo derivado de la tradición ferroviaria de la ciudad-, Wiggins se transformó en el máximo anotador del básquetbol escolar y fue nombrado mejor jugador de la temporada 2012/13 (promedió 23,4 puntos y 11,2 rebotes por partido esta temporada).
Explosivo, atlético e imparable. Las habilidades de Andrew explotaron la última temporada y no tuvieron freno. Sus piruetas antes de encestar o clavar la pelota de forma acrobática, están en sintonía con el “show time” que alimenta a la mejor liga del mundo, la NBA. El destino de Wiggins parece estar escrito.
Hijo de Marita Payne-Wiggins, atleta olímpica (Los Angeles 84 y Seúl 88) y dueña del récord de los 400 metros de Canadá (nació en Barbados y se nacionalizó). Sus hermanos juegan en el básquetbol universitario.
Andrew mantuvo en vilo a gran parte del periodismo especializado estadounidense. Así como LeBron James anunció en una esperada conferencia que ficharía por Miami, Wiggins dilató lo más que pudo su fichaje en la universidad de Kansas, donde defenderá a los Jayhawks, finalistas de la NCAA en 2012. Dicen que allí estará sólo una temporada antes de ser considerado en el draft 2014 de la NBA.
PUBLICIDAD
En tanto, ha mostrado sus capacidades ayudando a la selección juvenil de Canadá a quedarse con la medalla de bronce en el Mundial sub 17 de 2010 y el FIBA Américas sub 18 de 2012. Pero no todas son buenas para él.
El sitio Sport Illustrated publicó un perfil del jugador donde señalan a Andrey como heredero de la mala fama de los basquetbolistas canadienses, que “juegan duro sólo cuando es necesario”.
“Se molesta con la atención que hay a su alrededor, la oficina de prensa de su universidad realmente deberá ser buena”, dice la nota de Pete Thamel donde se critica las pocas habilidades (y voluntad) de pasar la pelota del jugador.
Wiggins dijo que “después de ese artículo supe que tenía que responder” y anotó 24 de 28 en el partido siguiente.
La atención y los debates que genera su juego y su figura dan cuenta de su relevancia. “Está llamado a ser uno de los deportistas más admirados y seguidos de Canadá”, dicen los expertos. La NBA lo espera. ¿Llegará o su talento se perderá en el camino?