Pizarro no ama la patria

La convocatoria del volante será literatura hasta el puntapié inicial contra Paraguay.

Pizarro no jugó por Chile con Acosta, Bielsa ni Borghi. Pero Jorge Sampaoli lo convenció. / Agencia Uno.

Cerrado el campeonato y con Unión sacándose el barro de los tapones luego de dar la vuelta olímpica, todo se enfoca en los próximos duelos de la selección chilena. Fecha doble condimentada. Los puntos que se ganen o se dejen en el camino determinarán, esta vez sí y para siempre, la posibilidad de ir de manera directa o de rebote al Mundial de Brasil. Seis puntos pone la clasificación en bandeja, quedando el duelo con Venezuela en Santiago como una verdadera final. Ese es el aditivo fundamental. El otro, que será literatura hasta el puntapié inicial contra Paraguay, es la convocatoria de David Pizarro.

He escuchado y leído, fundamentalmente en el vertedero de las redes sociales y su nulo control de calidad, una cantidad infinita de necedades. Comenzando por la estupidez de que Jorge Sampaoli le había “rogado” al jugador de la Fiorentina que viniera. Las pelotas, lo que hizo el técnico fue contarle qué pretendía, cómo iba a ejecutarlo y qué lugar tenía Pizarro ahí. Nada de ruegos ni divismos. Sampaoli expuso y Pizarro aceptó.

Luego esta idiotez de que Pizarro “no ama la patria” o “no quiere la camiseta”. David Pizarro renunció a la Selección porque Juan Pinto Durán era una casa de remolienda (para no usar groserías), donde muchos jugadores aprovechaban de hacer todos los estropicios que en sus clubes no podían. No quiso jugar más mientras esos jugadores y los técnicos que los avalaban o escondían (como Nelson Acosta) estuvieran al mando. Luego no estuvo con Marcelo Bielsa porque el rosarino ¡nunca lo quiso! A ver si esto lo entienden bien: ¡Bielsa no llamó a Pizarro porque no tenía cabida en su esquema! Listo. Mal pudo negarse el volante si el técnico jamás tuvo intención de nominarlo.

Con Claudio Borghi, David Pizarro sabía perfectamente para dónde iba la micro. Esto es, nuevamente el desbande y los problemas afuera de la cancha, entonces se restó antes de cualquier amague y el tiempo le dio la razón. ¿O no? ¿O no hubo desayunazo, bautizazo, jugadores expulsados, desorden completo?

Finalmente, ya con 33 años, se encontró con un entrenador que le da confianza, le expuso un proyecto serio y ha dado señales de profesionalismo. Hay quienes dicen que a la Selección no se le puede decir que no… Prefiero alguien que sea claro y se mantenga al margen, que alguien que proclama su fidelidad y va a todas, pero a la hora de los quiubos anda de mambo, se hace expulsar y convierte la concentración en una quinta de recreo. ¿Qué clase de compromiso con la camiseta es ése?

Tanto que alegan que Pizarro no ama la patria. ¿Saben algo de las obras sociales que hace en Valparaíso? Pero callado, sin televisión ni publicidad. Eso es querer al país. Porque la patria es su pueblo. No se puede amar la bandera y odiar al pueblo. Sospecho de los que andan con la patria para todos lados, pero son los primeros en esquivar los impuestos, no cumplir las leyes, ensuciar el medioambiente y se hacen un nudo cuando les piden tres pesos para caridad.

Cuando Pizarro meta tres cambios de frente y haga jugar a todo el equipo los quiero ver. No, si no van a gritar los goles…

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