Lautaro de Buin, el club que espera al "Huaso" Mauricio Isla

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Por Raúl Toledo
@van_heiding

¿Quién no ha soñado compartir camarín con un ídolo a nivel nacional, que estuvo con los más grandes del Planeta Gol, que defendió a Chile en un Mundial y que logró triunfar rápidamente en Europa sin ni siquiera debutar en la liga local? Muchos… Ahora, 25 muchachos humildes, que se reparten entre los estudios y el fútbol, intentarán cimentar el camino para que uno de los jugadores más destacados de la última década pueda mostrar por fin todo su talento en nuestro país.

Durante 90 años, Lautaro de Buin se ganó un nombre en el fútbol amateur y fue uno de los fundadores de la Tercera División en la década del 80, donde rozaron el sueño del profesionalismo, pero el extinto Deportes Laja -el mismo club donde brilló Richard Zambrano- les arrebató la ocasión de llegar a Primera.

Luego, un camino sinuoso y lleno de baches, los llevó a la Cuarta División y de ahí les ha costado salir hasta ahora. En 2012, la cosa estuvo más compleja y estuvieron a punto de salir de las categorías de ascenso. Un milagro y un par de resultados les entregó el oxígeno necesario para seguir soñando con algo grande.

A inicios de 2013, la Municipalidad de Buin, en compañía de la directiva de los toquis, se tomaron las cosas en serio. Junto al edil Ángel Bozán conformaron un plan de trabajo, eligieron al cuerpo técnico liderado por Juan Soto, donde, incluso, sonó el nombre de Marcelo Pablo Barticciotto para tomar las riendas de la institución. Se empezaron a pedir currículums en el fútbol  joven, varios datos para armar un plantel competitivo. Se conformó un plan de trabajo serio, con cuatro prácticas semanales y hasta con dinero para el bolsillo. Eso los llevó a ganar en 12 lances de forma consecutivas, obtener un empate y dos derrotas en el hexagonal, para ascender a la Tercera A.

¿Y dónde entra el nombre de Mauricio Isla? Mientras los muchachos se jugaban la vida en cada cancha, el Huaso declaró en un portal de la localidad antes de enfrentar a Uruguay que “cuando me retire del fútbol, en unos diez años más, espero hacerlo en el Lautaro de Buin, apoyando desde ya la idea de postular al fútbol profesional”. Todos los jugadores supieron y sin duda se transformó en un motor para dejar el alma en cada cancha de Chile.

“Imagínate, es un honor que Mauricio Isla venga a Buin a terminar su carrera. A mí, en lo particular, me gusta bastante la idea y me abre el apetito de hacer historia en la institución. El club es importante y se nota. Jugar con mil personas cuando somos locales, con instalaciones de primer nivel y con hombres que dejan todo en la cancha es motivador. Esperamos recibirlo con un club ya en Primera División”, señaló el DT Juan Soto, quien trabajó en las inferiores de Colo Colo y la Universidad de Chile.

RELATOS Y ARCHIRRIVAL
Hasta el más aficionado relator del mundo quisiera pronunciar en su propia tierra un discurso emotivo aprovechando la magia de la radio. “Sabes,  sueño con relatar el partido que nos lleve a Primera División. Deseo mucho que Lautaro llegue lejos, que tenga un estadio, que sea un club temible y que mejor que sea con gente de la comuna como Mauricio Isla y Claudio Bravo. Es un sueño para cualquiera”, esbozó el alcalde Bozán, quien además es periodista y se declara como un “relator frustrado”.

Cuando se supo que el Huaso quería echar raíces en su amado Buin, la familia se alegró y festejó como un hincha más. Sin embargo, el hecho igual trajo un pero consigo: Mauricio vestirá con el amarillo y negro dejando de lado un poco el legado familiar de El Cacique, elenco con el que protagoniza uno de los derbi de la ciudad.

“Yo estoy súper contenta y sorprendida cuando me enteré que Mauricio se quería venir a casa a terminar su carrera como jugador. Es un honor y una alegría tremenda para la familia que siga creyendo en Buin. Lo que sí extraña pero muy poco. Mi papá Sergio Isla (N. de R: abuelo del jugador de la Juventus) fue arquero de El Cacique, uno de los archirrivales de la institución y también fue cuidador del predio. Hay muchos sentimientos encontrados, pero es sólo un detalle. Lo más lindo es que no se olvida de su pueblo y destaco su grandeza”, admitió Clauda Isla, tía del “4” de la Roja.

LOS CUATRO FANTÁSTICOS
La magia de Isla se puede sumar con el gran juego de varios de sus posibles compañeros, que bordean los 23 años, y que ven en el elenco lautarino como el trampolín de saltar hacia una división más competitiva. El plantel aurinegro cuenta con indumentaria para cada jugador, les da dinero para el transporte y hasta un bono por partido ganado. Tienen kinesiólogos, preparador físico y la preocupación de todo un pueblo.

Los muchachos, a pesar del frío y la lluvia, no se dan el lujo de faltar a una de las cuatro prácticas semanales, que se desarrollan después de las 18:00 horas. Muchachos de Buin, refuerzos de otros lados, algunos cracks dateados son los que engrosan este plantel que también tiene a sus Cuatro Fantásticos.

Juan Carlos Martínez, Raúl Caiseo, Bryan Muñoz y el novel Luis Castillo son letales frente a la portería rival. Entre todos ellos han anotado el 80% de los tantos en la competición de ascenso.

“Tenemos hambre de triunfo. Todos queremos hacernos un nombre en el fútbol profesional y más aún con la venida de Mauricio Isla. Es importante que él nos apoye y nos entregue su conocimiento. Sería un hito importante para Chile”, dijo Caiseo, quien también golea en las aulas con sus estudios de Auditoría en la  Universidad de Valparaíso.

Un plantel humilde, sencillo y que ve en Isla como el gran ídolo. Los muchachos entrenan sin importar nada. La jornada termina. Unos se van apiñados en autos y otros en el bus interprovincial. “Quiero que estos muchachos lleguen hasta la Copa Libertadores. Soñar es gratis y si queremos podemos”, culminó el edil Bozán.  La copa está a la vuelta de la esquina.

“Será nuestra gran joyita”. El club se ilusiona con Isla

La sede de Lautaro de Buin está llena de banderines, teñida de amarillo y negro y con varios trofeos que lucen en las vidrieras del club, que se empina en el centenario.

“Lo de Isla nos causó sorpresa, pero es tremendo saber que él quiere venir. Lo esperamos con los brazos abiertos y ojalá que nos pueda dar varios títulos. Tenerlo para el centenario sería maravilloso. Es algo que coronaría con el broche dorado los 100 años de nuestro club. Será nuestra gran joyita”, indicó el presidente Patricio Zúñiga.

La institución cuenta con varios negocios, que sirven para nutrir la caja a fines de mes, ya que también varias sedes juegan en el fútbol amateur.

“Ser lautarino es una opción de vida. Es un sentimiento. Es algo que no se puede renegar. Conozco a Mauricio y sé que él lo dijo de corazón. Es un tipazo y acá lo recibimos con los brazos abiertos”, dijo Rogelio Jeria, ex dirigente del club.

El equipo tiene en mente varias cosas: tener divisiones inferiores, aumentar en infraestructura, forjar nuevos talentos y jugar en Primera División.

“De aquí a diez años más nos gustaría estar en el fútbol profesional y lo mejor con un sello de Buin. Me encantaría que fueramos un semillero para Chile”, adicionó el timonel del club.

En el estadio de Lautaro han estado varios astros: Ferenc Puskas entrenó con Colo Colo en la década del 70, Elías Figueroa y Patricio Yáñez.

“Sólo nos falta Isla y nos ilusionamos con que Claudio Bravo también ataje en sus últimos pasajes”, finalizó Zúñiga.

El perfil de Isla: “Un tipo sencillo y muy introvertido”

La figura del lateral de la Juventus no pasa inadvertida en Buin. Es más, el jugador de la Selección, aprovechando su buen momento, les regaló un restaurant totalmente equipado a su tía Claudia, para que ellas sepan hacer lo que mejor saben: cocinar cosas ricas para él y toda la gente.

El “Huaso Isla” está emplazado en la calle Errázuriz a dos cuadras de la Plaza de Armas de la ciudad. Ahí, el jugador tiene toda sus camisetas y también un mural dedicado a su persona. Incluso hasta Alexis Sánchez, mientras defendía al Udinese, tiene su espacio en el recinto.

“A Mauricio el plato que más le gusta es el pollo al jugo con papas fritas. Cuando llega acá se lo preparamos de inmediato. Lo aprovechamos de regalonear mucho acá en casa y cada vez que viene a jugar con la Selección nos visita cuando pueda. Nunca nos ha dejado de lado. Es una persona muy preocupada de sus mujeres. Nos cuida mucho, aunque es un poquito celoso”, confesó su tía Claudia Isla, quien fue una de las mujeres que crió al diestro junto a su hermana María (mamá de Mauricio) y a su madre María.

En sus inicios, Rogelio Jeria -ex directivo del Lautaro- aseguró que “Mauricio siempre tuvo hambre de triunfar, de llegar lejos y sé que jugó en Huracán algunos partidos en forma esporádica. Sería espectacular que juegue después en el Lautaro”.

El formado en la Universidad Católica estudió en el Liceo de Buin A-131. “La verdad que para que voy a mentir, Mauricio era matado para los estudios, pero siempre destacó en el fútbol. De chico eran peleas con él para que volviera a casa, porque estaba jugando a la pelota. Lo vieron en la Universidad Católica y se lo llevaron. De ahí se fue por un tubo, aunque igual lo pasó mal”.

Sin duda, la gran espinita clavada para el jugador de la Juventus fue no debutar en la Universidad Católica. “Creo que hasta el día de hoy lo apena. Incluso, Mauricio pensó hasta en dejar el fútbol por el tema económico. A eso se sumó lo de la poca continuidad. Llegaba con pena y mucha rabia, porque no lo hacían jugar. Siento que es una deuda que él tiene, pero como es un gran jugador podrá saldarla algún día”.

En casa, el Mauri disfruta a toda la gente que lo quiere. “Él es una gran persona, noble, de buenos sentimientos. Es un tipo sencillo y muy introvertido. Lo más importante es que sigue igual a cómo uno lo vio. Nunca se ha dejado nublar por la fama. Me parece que todo lo bueno que le ha pasado se lo merece, porque es una gran persona”, indicó.

¿Y Mauricio cómo anda en el amor? “Ha sido bien pololo y le hemos conocido a algunas, pero igual es reservado en ese tema”, aseguró la tía