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Bigorra junto al Negro Héctor Pinto, a quien acompañó como ayudante técnico en la banca de Universidad de Chile entre 2004 y 2005. Ganaron el Apertura 2004 con los azules / archivo
Por Eduardo Bruna
Vio el partido con la misma ilusión y el entusiasmo de cualquier hincha del fútbol. Disfrutó a concho la clasificación para Brasil 2014 y, por cierto, no pudo dejar de recordar la vez que él se encontró en una instancia parecida. Vladimir Bigorra, integrante de aquella Selección de España 82, no teme que las optimistas declaraciones de los jugadores tras ganarle a Ecuador y timbrar los pasajes para la máxima cita planetaria puedan transformarse, como sí les ocurrió a ellos, en un arma de doble filo. Explica:
“Hay que entender que con el partido aún encima la adrenalina en el jugador aún está a flor de piel. En situaciones de euforia, como la que todos vivimos ante los ecuatorianos, es natural declarar que el objetivo es ahora ser campeón del mundo. Me parece bien, en el sentido de que siempre hay que plantearse metas altas, y que nadie les puede quitar el derecho a soñar, pero pasado este momento de natural alegría vendrá la reflexión, y todos entenderán que un Mundial es otra cosa, porque la mayoría ya lo vivió . Lo que vamos a ver el año próximo, en Brasil, serán palabras mayores, y sería bueno que los que no estuvieron en Sudáfrica lo tuvieran en cuenta”.
Jefe técnico de las divisiones menores de Unión Española, entrenador de la Sub 19 de Santa Laura, Bigorra desecha la comparación con el discurso triunfalista observado previo a la cita mundial en España 82. Para él “no existe parangón entre ambas situaciones. Esta es, claramente, una generación de jugadores muy superior a la nuestra, y para confirmarlo basta un solo dato: mientras en el equipo que fue a España sólo Elías (Figueroa) jugaba fuera, por los Strikers de Fort Lauderdale, de Estados Unidos, en este equipo de Sampaoli la inmensa mayoría lo hace más allá de nuestras fronteras, y un par de ellos, como Alexis y Vidal, en equipos considerados entre los más fuertes del mundo”.
Para el lateral izquierdo de la Roja mundialista de 1982, la misma clasificación marca otra diferencia significativa. Dice:
“Si mal no recuerdo, nosotros clasificamos en un lapso de quince días o tres semanas superando a Ecuador y Paraguay. Este cuadro, en cambio, lo hizo tras un verdadero campeonato que se prolongó durante dos años. Para mí esa es otra diferencia que juega a favor del actual equipo”.
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¿Por qué crees, Vladimir, que en España ocurrió lo que todos ya sabemos?
Fundamentalmente porque, tras clasificar invictos y hasta con cero gol en contra, se creó un ambiente demasiado triunfalista. Con mayor razón luego que, producido el sorteo, en el grupo nuestro cayeran Austria y Argelia, dos selecciones en el papel absolutamente ganables. El problema fue que don Lucho (Santibáñez) se jugó por todos aquellos que habíamos obtenido el paso al Mundial, en circunstancias que meses después ni física ni futbolísticamente algunos de esos jugadores éramos los mismos.
¿Crees que ahora puede pasar algo parecido?
Estoy absolutamente seguro. Nueve meses parece poco tiempo, pero para el fútbol es mucho. En ese lapso pueden bajar ostensiblemente su nivel jugadores que ahora fueron importantes o lesionarse más de alguno que en la campaña fue clave. Ojalá no ocurra, pero hay que estar preparados. Lo importante es que Sampaoli eso debe tenerlo muy claro para cuando llegue el momento de definir el plantel que afrontará el Mundial.
En suma, ni te molesta ni te preocupa esa especie de prematuro “agrandamiento” que se pudo palpar tras vencer a los ecuatorianos.
No, por lo que ya te dije: en caliente se dicen muchas cosas. Aparte, no podemos olvidar que varios de estos cabros hicieron declaraciones parecidas rumbo al Mundial Sub 20 de Canadá y mira lo que pasó: fueron terceros, y en una de esas hasta pudieron haber sido finalistas de haber afrontado el encuentro de semifinal ante Argentina con los once jugadores. Ellos se tienen confianza y está bien que así sea. Por lo demás, la gran mayoría de ellos ya estuvo en Sudáfrica y saben perfectamente que en un Mundial sólo tienen cabida los mejores. La experiencia ganada en esa oportunidad puede ser muy importante.
¿Cómo ves tú al equipo y sus posibilidades?
Lo veo con hartos argumentos, con méritos como para pararse de igual a igual con cualquiera. Quiero decir que se podrá ganar, empatar o perder, pero siempre tendremos la certeza de que el equipo se la va a jugar y que sabrá ponerse a la altura de cualquier adversario.
¿Te acordaste de tus tiempos tras el pitazo final?
Es inevitable, ¿no? Que el fútbol chileno esté en un Mundial va a ser siempre grandioso, muy motivante. Sin embargo, fíjate que en ese momento no pude dejar de pensar en Claudio Borghi y en que también en esta clasificación hay mérito suyo. Porque si Sampaoli hubiera recibido un equipo con 0 puntos no clasifica ni siendo mago, eso te lo aseguro. Creo que lamentablemente los jugadores no se comprometieron con el Bichi como sí lo hicieron después. Lo vinieron a hacer y a decir cuando ya era demasiado tarde.