Columna de Guarello: A esta hora, en 365 días

El director de revista El Gráfico hace un análisis a los acontecimientos deportivos de 2014.

Por Juan Cristóbal Guarello

Tras el 4-0 en contra frente a Universidad de Chile Jaime Vera no se arriesgó a opinar sobre las posibilidades de Iquique en la Copa Sudamericana. “Falta demasiado para eso” dijo el Pillo. Como siete meses que son la eternidad, el desierto de Gobi, de la manera en que se maneja el fútbol actual. El próximo campeonato, que comienza en 11 días a ver si se enteran, termina a mediados de mayo ¿Qué será del Pillo en un semestre más? ¿Del Fantasma? ¿De Coto, Tito, Toto y Tuto? ¿Tendremos a San Luis en la A y a Huachipato en la B? Si contrastamos los planteles que jugaron la última fecha del Apertura 2013 con los que jugarán la primera fecha del Apertura 2014 de seguro algunos serán irreconocibles, quedando muy pocas señales de lo que eran unos pocos meses antes…

Será un año traumático porque tenemos el Mundial en el medio. Ese acontecimiento cultural, universal y totalitario. Lo que pase en Brasil dejará profundas y marcadas repercusiones. Y de seguro signara de manera absoluta el resto del 2014 en el fútbol chileno y en el país, si se me permite. Me explico, el gobierno que entra tiene, para su mayor alegría, una tregua que dura exactamente hasta que la Copa del Mundo sea entregada al campeón el 13 de julio en Maracaná.

Una vez que el trofeo de oro macizo tenga nuevo dueño, o España repita paella, la gente se olvidará del fútbol y se concentrará en el manejo del gobierno. Entonces desaparecerán las eternas notas de la “marea roja” de 25 minutos, la cadena nacional de “ceacheí”, las historias de los hinchas que viajan por Brasil luego de empeñar los muebles, los barrabravas pierdeteuna financiados por los de siempre… Y aparece el país real, los problemas reales, las movilizaciones, la malaria, la rabia, las deudas sociales y calillas bancarias. Pero, tranquilos en La Moneda, tienen siete meses para jugar parados (Que lo diga Laurence Golborne que se tomó vacaciones con dos meses en el gabinete y se fue a Sudáfrica).

Cuidado que este Mundial no es cualquiera. Es ahora o nunca para la “generación dorada”. El grupo está bravo y la llave jodida. Así no más. Pero ya tendremos tiempo para profundizar en eso.

Entre los temas “reales” que el Mundial ocultará hay uno que atañe directamente al fútbol chileno es el manejo económico y, por añadidura, la manera en que se desarrollarán las próxima elecciones de la ANFP programadas para noviembre del 2014. Por el momento Sergio Jadue marcha tranquilo y la pérgola que le tiró el columnista “Lucrecio” en la edición de este lunes en El Mercurio es una clara señal (justo es señalar que la caricatura poco se parece al ex dirigente de Unión La Calera. Tiene un aire a Juan Pinto Durán ¿Algún mensaje subliminal y vinculante para mimetizar “esos” dirigentes con “estos” dirigentes?).

Pero Jadue sabe que el asunto no será tan fácil ni tan simple. Desde ya Gabriel Ruiz-Tagle se está rearmando para volver al fútbol profesional. El actual ministro de Deportes descartó la opción, pero basta con observar su trayectoria plagada de contradicciones y omisiones para tomar este desmentido con guantes de látex y esperar los acontecimientos. ¿Volverá a Colo Colo el hombre de baja estatura? ¿Sebastián Piñera también? Basta con apretar un poco a Leonidas Vial y quedarse con sus acciones. Listo el pollo.

Detalle: el eje Ruiz-Tagle/Piñera se alinea Jorge Claro Mimica, buen operador en la anterior elección de la ANFP, quien sabe que esta es una ocasión dorada para ir por “todo el poder”.

Pero el asunto no se extingue ahí. Hay otro conglomerado que ha ido tomando fuerza y será una fuerza decisiva en la próxima elección: los clubes en manos de los factoring. Por un lado están los que ya pertenecen a estas financieras al borde del offside usurero, y por otro las instituciones que cambian su voto por dineros (Deportes Concepción ya recibió una generosa oferta por un lugar en el consejo de presidentes).

Pero hay que ser más mal pensado todavía ¿Y si los factoring no sólo quieren influir en la ANFP sino que van por el control total y llevan candidato propio? ¿Se imaginan a Felipe Muñoz presidiendo el fútbol chileno? Se supone que el préstamo de 30 millones de dólares con la banca es para evitar que esto ocurra. El problema es que no se sabe el monto de esa deuda exactamente ¿Se va a pagar toda? ¿Un pedazo? Lo peor de todo, nada garantiza, como señalé hace un par de semanas, que los clubes no se vuelvan a endeudar con los mismos sátrapas.

En un año más hablamos, va a ser un lindo espectáculo en Quilín.

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