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La deuda de las estrellas que deberá pagar Ronaldinho en México

Figuras mundiales del fútbol se han ido a México en el ocaso de sus carrera, sin embargo sus actuaciones no fueron determinantes, aunque han habido excepciones.

 

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Dinho tiene un gran desafío en México. (AFP).

EFE

A los 34 años, después de ganarlo todo en el fútbol, el brasileño Ronaldo de Assis Moreira jugará en el Querétaro asediado por el fantasma de la duda que han alimentado grandes jugadores fracasados en la liga de México desde los años 70’s.

Si bien el talento no se pierde, Ronaldinho Gaúcho está lejos de aquel gran jugador elegido como el mejor del mundo en 2004 y 2005 y deberá usar su oficio para no desentonar en una liga difícil, en la que cada fin de semana se juega, o en alturas diferentes sobre el mar, o en sitios con otro horario o con temperaturas distintas.

Es algo a lo que jamás pudieron adaptarse grandes ‘cracks’ como su compatriota ‘Bebeto’, integrante de la selección brasileña campeona del Mundial de 1994, quien en 1999 llegó a los Toros Neza con 35 años, anotó solo dos goles en ocho partidos y terminó de pleito con el presidente del equipo.

Antes de la pobre actuación de ‘Bebeto’, el portugués Eusebio, líder goleador del Mundial de Inglaterra 1966, hizo solo un gol con los Rayados de Monterrey en la campaña 1975-1976, mientras en 1997 el volante José María Bakero, mundialista con España en Italia 1990 y Estados Unidos 1994, hizo tres dianas en 17 encuentros con el Veracruz.

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En esa misma época vino a México para retirarse el alemán Bernard Schuster, campeón en España con el Barcelona y con el Real Madrid, pero que se fue en blanco en nueve partidos con los Pumas de la UNAM entre 1996 y 1997.

Con 38 años, Schuster se vio lento en México. Un día se fue a su país a una consulta con el dentista y no volvió más, aunque se marchó en buenos términos con la directiva de los universitarios.

Otro que vino a retirarse a México fue el español Josep Guardiola, hoy entrenador del Bayern Múnich. En 1999 fichó por los Dorados de Sinaloa y aunque anotó un gol en 10 encuentros, su caso fue diferente porque su gran objetivo en aquella campaña fue aprender del técnico Juan Manuel Lillo, de quien recibió un cursillo que luego le sirvió para ganar todo como manejador del Barcelona.

No todos los grandes jugadores que han pasado por México han salido mal. Y un gran ejemplo es el mismísimo Iván Zamorano, quien al igual que el argentino Claudio López, dejaron buenos números en el América a comienzos de este siglo.

Y el español Emilio Butragueño, seis veces campeón con el Real Madrid, brilló con el Celaya en la temporada 1996-1997.

Ronaldinho Gaúcho llega a un equipo de media tabla que ha dejado buena impresión por su entrega en los últimos torneos de liga, pero necesitará estar concentrado todo el tiempo si no desea engrosar la lista de los ‘cracks’ con pobre desempeño en México.

“Sí, me gusta cantar y bailar, pero mi gran fiesta es en la cancha con un balón”, dijo el día que firmó con Querétaro al responder una pregunta de un periodista sobre su afición por las parrandas que tantas veces ha ocupado titulares de la prensa.

GRAF/PS

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