El Gráfico Chile

El inspirador legado de Ramón "Chapa" Rojas: récordman de base jump fallecido en Suiza

El récordman de base jump falleció en Suiza mientras entrenaba para realizar uno de sus adrenalínicos saltos. Tenía 35 años confesó que saltaba para “superar el vértigo”.

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“En todo momento podemos disfrutar de toda la ­experiencia en sí. Uno es muy consciente de lo que hace, estás alerta y nervioso, con adrenalina en el cuerpo, todos los sentidos muy dispuestos para saber reaccionar…”.

Con las ideas claras pese a la exitación, Ramón Rojas resumía su disciplina de esta manera hace apenas un mes, minutos después haber inscrito un nuevo récord de base jump, o salto base.

El Chapa había saltado desde 4.100 metros de altura en el cerro El Plomo equipado con su WingSuit, un traje especial con alas que le permitió planear.

“Volamos poco más de 1.000 metros hasta aterrizar, sin problemas, gracias a los paracaídas”, contó al teléfono apenas minutos después de completar con éxito el adidas Base jump Challenge.

Aquello fue el 20 de agosto de este año, casi nada. El sábado se conoció el fallecimiento del Chapa, ocurrido en un sector cercano a la localidad montañosa de Lauterbrunner, Suiza, escenario frecuentado por los basejumpers.

“Mi corazón está destrozado, pero a la vez estoy muy tranquila de saber que mi hermano se fue feliz haciendo lo que amaba con tanta pasión”, escribió su hermana Paula en Facebook confirmando la noticia.

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De 35 años, Rojas era cirujano dentista, magíster en rehabilitación oral y especialista en implantología.

Destacado y reconocido en entre los mejores de su disciplina, competía con el apoyo de adidas y siempre representando los colores de Chile.

Junto con el récord reciente, acaso su logro más público, su legado trasciende el salto base y se constituye en un ejemplo de dedicación y superación.

“Es un desafío a superar los miedos. Y en mi caso, tengo vértigo… Siento que es entrar en un trance, estoy pendiente de volar, mucha gente tiene temores y ésta es la forma de enfrentar mi temor…”, le explicó entonces a El Gráfico Chile.

“Quizá por eso mismo me llama tanto la atención, porque la manera más radical de enfrentar un temor es convivir con él. No es masoquismo, ya que lo que nos cuesta es a lo que le tomamos más cariño”, agregó.

“Estaba a más de 1.000 metros y salté, en el aire solté los ski mientras Yuri seguía en el helicóptero, manteniéndose en paralelo a mi vuelo, segundos después también se tiró”.

Rojas, emocionado, contó la motivación del salto récord que logró en compañía de adidas. El primero en ­dedicarse al base jump fue el canadiense Shane McConkey, pionero de la fusión de salto base y esquí extremo, quien falleció en 2009 luego de uno de sus saltos. Otro en realizarlo fue su amigo JT Holmes quien estuvo presente en el accidente de McConkey en Italia y prometió nunca volver a efectuar un salto como éste.

Rojas y McConkey habían planeado algo en conjunto previo a su muerte, pero finalmente no se pudo concretar. “Shane McConkey introdujo las mayores innovaciones al esquí, llevó y redefinió los límites de ambos deportes. El más grande esquiador y base jumper de la historia. Este es el salto de Shane, es el legado de McConkey” afirmó Rojas.

Si es tan peligroso, ¿por qué lo intenta? “Nos pusimos estos desafíos por ­motivaciones internas, hay una historia detrás, pero no hay una intención de que alguien más lo haga. No queremos demostrar nada”, confesó. “Lo principal de esto es pasarlo bien y no podría invitar a alguien porque sería muy irresponsable, porque se corren muchos riesgos”.

Treinta días despues, más una ironía del destino, sus palabras cobran especial valor. “Es la forma de vida que me hace feliz”, decía. Ese es su legado.
elgraficochile.cl

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