Columna de Manuel de Tezanos Pinto: Estos malditos amistosos

El conductor de Central Fox analizó los partidos de la Roja ante Perú y Bolivia.

 

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Por Manuel De Tezanos Pinto

3-0 con Perú. Candidatos a ganar la Copa América. Y el mundial de Rusia.

2-2 con Bolivia. Sampaoli no sirve. Falta Valdivia. Hay que cambiar todo el equipo.

Así se vive el fútbol. O es blanco o es negro. No hay matices. Así lo vive el hincha y está en todo su derecho y muchas de las críticas que se generaron en estos partidos, principalmente tras la pobre presentación en Coquimbo ante la selección altiplánica, tienen bastante fundamento.

Alexis Sánchez, por ejemplo, fue demasiado personalista. “Comilón”, para decirlo en buen chileno. Jugó para él y muchas veces terminó quitando sorpresa a los ataques de Chile. Vidal estuvo lejos de su mejor nivel, Isla continúa sin resolver con éxito la mayoría de los ataques que genera, Medel cometió un error garrafal poco habitual en él.

Puedo seguir: Falta mejorar el porcentaje de efectividad frente al área rival, se necesita un “9” especialista como Pinilla, al menos en ciertos escenarios como el partido ante Bolivia donde llueven centros de todos lados. Desde el punto de vista defensivo, se debe mejorar la concentración en pelotas paradas a favor y también encontrar variantes para salir jugando, pues si siempre se opta por el toque a ras de piso es fácil para el rival aplicar pressing y cortar circuitos.

En fin. Conclusiones hay. Sampaoli obviamente las saca, y estoy seguro que se desvive por encontrar soluciones.

Lo que no hay que olvidar es que estos partidos son sólo amistosos. Y el rendimiento del equipo hay que valorarlo en ese contexto. Por muy clásico que sea Perú, por muy motivante que sea jugar frente al público chileno. Para los jugadores es imposible entregar lo mismo que en un partido oficial. Imposible.

En esta selección muchos son valiosísimos en el fútbol europeo y en cada uno de estos partidos, además de arriesgar su físico, se desgastan con largos viajes. Por mucho que los chilenos amemos nuestra selección y queramos ver a nuestros ídolos matarse en cada pelota, la realidad es que hoy un amistoso significa más riesgos que beneficios para cada uno de los jugadores que cada vez enfrentan temporadas más desgastantes y deben elegir con pinzas los momentos para entregar el 100% en la cancha.

Entonces, ¿Sirven estos amistosos? Claro que sí. Para que el grupo mantenga su unidad, para que los jugadores no pierdan su química en la cancha. Para ir probando alternativas, ver cómo responde el equipo en distintos escenarios, para aceitar acciones de pelota parada.

¿Se pueden sacar conclusiones? Sin duda. Pero moderadas. Sin volverse locos. Hay que entender la diferencia entre un partido oficial y un amistoso. Parecen similares, pero hay un mundo (¡un mundial!) de diferencia. Y la motivación es clave para que un jugador rinda.

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