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Gentileza
El Gráfico Chile
Una impresionante prueba de salto del wingsuit o “traje ardilla” realizó el paracaidista chileno Sebastián “Ardilla” Alvarez, luego de saltar desde un helicóptero a 2400 metros de altura, volar por más de un minuto y medio a una velocidad máxima de 250 km/h y pasar en un vuelo rasante por la cumbre del Cerro Manquehue para impactar una bandera chilena ubicada a sólo 3 metros de altura.
Las imágenes de esta impresionante prueba fueron registradas por 12 cámaras que el equipo de Sebastian dispuso en distintos puntos como el helicóptero, el casco, el traje y otros puntos desde la cumbre del cerro.
“Después de alcanzar la altura necesaria (8000 pies) y verificar que las condiciones meteorológicas estaban perfectas, se procedió a saltar. El salto fue muy tranquilo, con la ruta de emergencia siempre en mente en caso de que por algún motivo no me sintiera seguro y tuviese que abortar la aproximación. Afortunadamente me sentí muy cómodo desde el comienzo del vuelo”, cuenta Ardilla, quien agrega que “Los primeros 20 segundos de vuelo fueron para encontrar la trayectoria de planeo y el eje de entrada. Una vez estando en la senda planeo me preocupe de alcanzar una velocidad mayor a la normal para impactar la bandera. El impacto con la bandera fue preciso y exacto”.
Al momento de impactar la bandera, el deportista pasó a una velocidad superior a los 200 km/h, y golpeó con el casco, tal como se aprecia en el video. “Sentí un golpe fuerte pero sin resistencia. El casco y las antiparras ayudaron a atenuar el impacto. Por lo tanto no me desvío de la trayectoria y pude continuar de manera normal el vuelo, sin embargo disminuyendo la velocidad para llegar de manera segura a las faldas del cerro y aterrizar en la calle Camino Agua Del Palo”.
Ardilla cuenta que su gran motivación era saber cuán preciso puede ser volando. “Había realizado saltos en donde puse a prueba mi precisión, pero sin duda este confirmó que estoy volando a un nivel de precisión máxima. Sabiendo que mis capacidades de vuelo llegan a tan alto nivel puedo continuar con los proyectos que se vienen a futuro en donde la precisión será el factor predominante”, cuenta el deportista quien recalca que tanto él como su equipo se encargaron de dejar el cerro tanto o más limpio de cómo lo encontraron.
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El video de la hazaña que está alojado en el canal de Youtube del paracaidista ya comienza a ser furor en internet, donde ha recibido visitas de todas partes del mundo. Las imágenes de este salto hablan por sí solas y demuestran toda la precisión y valentía de este deportista chileno de 29 años que tiene una gran trayectoria en este tipo de saltos.
“Si bien estoy radicado en California y participo en competencias en todo el mundo siempre mi lugar favorito para saltar va a ser Chile. Es por eso que vengo todos los veranos a intentar nuevos desafíos como este”, señala Sebastián quien agrega que espera sorprender con un salto aún más impresionante.
Ex piloto de guerra
Sebastian “Ardilla” Alvarez nace en Viña del Mar el 29 abril 1985 (29 años). Siempre atraído por la aeronáutica decide ingresar A los 18 años a la escuela de aviación de la Fuerza Área de Chile (FACH), donde se gradúa como piloto de guerra 5 años más tarde.
Fue dentro de la institución donde aprendió a saltar en paracaídas. Con el grado de teniente se retira de la FACH y comienza su carrera como paracaidista profesional.
“Dejé la Fuerza Aérea porque esta es mi pasión y mi sueño. El wingsuit es un deporte en donde la concentración, el estado mental y la capacidad física se llevan al límite y te ponen a prueba. No hay margen de error”, cuenta Ardilla.
Actualmente, Sebastián vive en California donde entrena y salta todos los días. Su especialidad es el wingsuit, también conocido como “traje ardilla”, en donde él puede volar y desplazar como si fuera un pájaro. Cuenta con más de 1400 saltos desde avión y más de 500 saltos BASE.
Paralelo a esto viaja todos los años a Europa a realizar saltos de las más altas montañas volando con su traje de ardilla, deporte conocido como salto BASE.
Sebastián Álvarez está posicionado como el 6to piloto de wingsuit más rápido del mundo, según la última carrera de Redbull Aces en donde logró esa sexta posición dentro de 52 pilotos de todo el mundo. El 2014 fue invitado a China a competir donde solo invitan a los 25 mejores pilotos del mundo.
Dentro de sus saltos más recordados esta cuando paso volando por entre los edificios gemelos ubicados en Reñaca.
“Volar un wingsuit te da la libertad de poder ser un pájaro o un avión, en donde volar rápido o lento, virar en ambos sentidos, volar grandes distancias, etc. Sin embargo lo que no se puede hacer es montar o ascender, |siempre se desciende, Esta disciplina requiere de un entrenamiento y conocimiento más elevado que la de un paracaidista normal. Los riegos son mayores por lo tanto la experiencia y madurez juegan un factor fundamental”, concluye Sebastián.
(GRAF/LP)