El Gráfico Chile

Paula Silva, la esgrimista que surgió de la mano de un Súper Abuelo

Ex polola de Paris Inostroza y sucesora natural de Cáterin Bravo, el principal referente de la destacada floretista nacional es José Ignacio Quinteros, quien empezó a entrenarla cuando tenía 92 años.

Juan Ignacio Gardella Berra
@jigardella

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Hasta antes de Santiago 2014, Paula Silva era prácticamente una desconocida en el medio deportivo nacional. Sin embargo, una inesperada medalla de oro en el florete la elevó a la élite criolla de la actividad, logro que sólo estaba en sus cálculos.

Y no era una confianza sin base. Los resultados estaban, pero fue un cambio de mentalidad el que llevó a la esgrimista chilena a lo más alto del podio en los Juegos Suramericanos realizados en nuestro país.

“Internacionalmente nunca había ganado, porque me fallaba la cabeza en las finales. Algo pasaba que me quedaba en blanco, quizá por la ansiedad”, explica la Negra (@negraesgrima, www.negraesgrima.com), de 26 años. “Un año antes de los Odesur empezamos a trabajar con un sicólogo todas las semanas y eso me dio seguridad. Yo quería ganar porque eran en Chile y porque sentía que podía. Y en la competencia estuve a full, pero sólo yo pensaba que iba a lograrlo”, complementa.

 

Ese momento es hasta ahora el más importante de tu carrera, que empezó de la mano de tu abuelo, José Ignacio Quinteros, cuando él tenía 92 años. ¿Cómo fueron esos inicios?

Empecé el 2001 en el club Providencia, junto a mi hermano, cuando él tenía 92. Antes hice taekwondo, pero me lesioné y pasé a la esgrima. Al principio no me gustaba, hasta que en una competencia salí última y dije nunca más. Me puse a entrenar con mi abuelito y le fui agarrando el gustito. Él hizo clases hasta los 100 años, cuando se retiró, y luego falleció el 2010, a los 104. Yo siempre lo vi como un Súper Abuelo. Todo es gracias a él.

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Tu carrera ha sido paralela a la de tu hermano Rubén (28), medallista de bronce en Santiago 2014. ¿Cómo ha sido compartirla con él? ¿Quién gana?

Empezamos al mismo tiempo y hacemos la misma arma, así que siempre hemos entrenado juntos. Al principio las competencias eran mixtas y no faltaba el combate en el que nos teníamos que topar. Un par de veces le pude ganar y se enojaba. No hablábamos, pero en la tarde ya nos abuenábamos y tirábamos la talla. Somos súper hermanables. Podría decir que es mi mejor amigo.

También has tenido que lidiar con tus estudios de obstetricia en la Universidad de Chile. ¿Ha sido complicado compatibilizar ambas cosas?

Este semestre lo congelé, así que me queda terminar cuarto año y todo quinto. Al principio se me hizo complicado, pero se puede. No he reprobado ningún ramo, ya que me hice la costumbre de estudiar por lo menos un poco todos los días y también gracias a mis compañeros, que me prestan sus resúmenes. Me urge sacar una carrera, porque acá el deporte no es profesional, pero voy a llegar en esto lo más lejos que pueda.

Estuviste dos años entrenando en Hungría e Italia, entre el 2010 y el 2011. ¿Te pegaste un salto de calidad?

En Londres 2012 las italianas coparon el podio, entonces allá el nivel era fuerte. Yo entrené con el head coach de ellas y sentí la diferencia. Cuando volví a Chile justo trajeron a un italiano, mi actual entrenador, por lo que yo ya venía con un año aprendido, estaba adelantada respecto a mis compañeras en la técnica.

Dentro de tus compañeras está Cáterin Bravo, la esgrimista más reconocida del país. ¿Te ha dado consejos, más allá de que ella es espadista, no floretista? Eres su sucesora natural…

No hablo mucho con ella, porque tenemos distintos lugares y horarios de entrenamiento. Sí nos hemos topado en viajes y compartido pieza, y ahí conversamos sobre el tema mental y sobre cómo mejorar el deporte en general, ya que ella está metida de lleno en DARChile, Agrupación de Deportistas de Alto Rendimiento.

El otro gran referente de la esgrima nacional es Paris Inostroza, con quien pololeaste. ¿Cuánto aportó él a tu carrera?

Estuvimos tres años juntos y yo le agradezco mucho. Nos llevábamos muy bien, nunca peleábamos. Teníamos las mismas competencias y el apoyo era de un ciento por ciento, y en los entrenamientos también. Él fue fundamental y forma parte de todos mis resultados actuales.

Estos resultados se vieron reflejados la semana pasada, cuando clasificaste a Toronto 2015, tus terceros Juegos Panamericanos, a los que llegas en tu mejor momento. ¿Hay opciones de oro?

Como vengo con este pensamiento de que todo se puede, obviamente opto a la medalla de oro. Mi entrenamiento está enfocado en ganar, independientemente de quién esté al frente. No me levanto todos los días, y entreno mañana y tarde, sólo para subirme al podio.

Me imagino que tu gran objetivo es Río 2016…

Me tengo fe para clasificar a los Juegos Olímpicos. Todo deportista sueña con estar ahí, pero ahora estoy enfocada en los Panamericanos.

GRAF/JIGB

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