El Gráfico Chile

Tapia-Riffo: La inquebrantable dupla que complica a Blanco y Negro

Los cuestionamientos a Miguel Riffo, su escudero, comenzaron a complicar una negociación que es cada vez más difícil. Ser compañeros en sus tiempos de jugador y en el INAF los ha vuelto inseparables.

Gonzalo Pérez Amar

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“Debería durar dos días y no se puede demorar tanto porque hay mucho trabajo. De las dos partes está la intención de que continúe trabajando”. Antes de comenzar las negociaciones con Blanco y Negro, Héctor Tapia era optimista y esperaba tener todo acordado antes del final de este semana. Las conversaciones parecían avanzar sin problemas y el pronóstico del técnico se cumplía a la perfección.

Sin embargo, con el paso de los días todo se fue entrampando y los cuestionamientos de los dirigentes al trabajo de su ayudante técnico, Miguel Riffo, complicaron la negociación. Es que el técnico no se quiere desprender de su fiel escudero y con quién ha compartido más de una experiencia en el fútbol.

Además de ser compañeros en el plantel de Colo Colo 2001 y 2005, luego se volvieron a juntar haciendo el curso de entrenador en el INAF e hicieron la tesis juntos. Tras conseguir el título de técnico, Héctor Tapia llegó el 2011 a las series menores de los albos, mientras que Miguel Riffo arribó un año después, cuando su compañero ya estaba a cargo de la Sub 19, para entrenar a la Sub 14.

El ex defensor demostró rápidamente sus condiciones y se coronó campeón dirigiendo a su categoría. “Héctor Tapia me ayudó mucho cuando llegué y este era un trabajo nuevo para mí, así que aprendí mucho de él. En ese sentido estoy súper apoyado”. Las palabras de Riffo tras ganar el título en 2012 con la Sub 14 demuestra la unión que formó con el ex delantero y que se fortificó aún más cuando hacían sus primeras armas en las inferiores albas.

“Tenían una amistad de antes y se fue acrecentando cuando estuvieron en el INAF. En las clases se hacían muchos trabajos en pareja y ellos eran juntos. Formaron una buena comunicación y fueron generando lazos. Pensaban la posibilidad de trabajar juntos y se dieron las circunstancias exactas para que se diera todo”, dice Miguel Ramírez, quien compartiera con ellos en el INAF y fuera capitán del equipo que en 2005 compartió con Tapia y Riffo.

Las circunstancias que menciona Cheito se dan tras la salida de Gustavo Benítez en la mitad del Apertura 2013 y cuando Héctor Tapia, que hasta ese entonces era el ayudante técnico del paraguayo, toma la dirección técnica y busca a su escudero, que estaba en la Sub 19, para acompañarlo. Un nuevo paso en el fútbol que habían comenzado en 2009 en el INAF veía su premio cuatro años después y al próximo año lo coronarían con el título del Clausura 2014.

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“Tienen una unión muy buena y se nota cuando se abrazan cada vez que Colo Colo hace un gol, ya sea el primero o el cuarto. La comunicación que tienen se nota y me parece muy bien que lo defienda”, dice Ramírez.

Una carrera como técnicos que iniciaron juntos y que quieren seguir de la misma forma. Una dupla inquebrantable que le entregó una razón a los dirigentes de Blanco y Negro para dividirse con respecto a la renovación y pasar de una negociación de dos días a un panorama incierto.

GRAF/GP

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