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El Gráfico Chile, con información de EFE – Después de las investigaciones de la justicia estadounindese en el fútbol sudamericano, un nuevo escándalo involucra al fallecido expresidente del fútbol argentino Julio Grondona, tras una serie de escuchas telefónicas que expuso la falta de transparencia, los manejos espurios entre dirigentes y el vínculo con Alejandro Bruzaco, uno de los tres empresario argentinos detenidos.
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Grondona, exvicepresidente senior de la FIFA, en las diversas escuchas telefónicas conviene con sus interlocutores la designación de árbitros, la programación de partidos discrecionales con argumentos falsos y hasta un intento de incentivación.
El partido de la polémica
Uno de los audios refiere a un Corinthians vs. Boca Juniors de 2013, arbitrado por Amarilla. De ahí la frase de Grondona “Amarilla es el mejor refuerzo de Boca”, en conversación con Abel Gnecco, presidente del Colegio de Árbitros.
En la misma conversación Grondona dice que “ganó” un partido de Independiente ante Santos en 1964 “con los líneas”, refiriéndose a los jueces asistentes.
En este video de la época, se puede ver el análisis de las polémicas de aquel partido, realizado por la televisión brasileña.
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En esta investigación también aparece Alejandro Burzaco, máximo responsable de la empresa Torneos, que está cumpliendo arresto domiciliario en la ciudad italiana de Villa Anina al ser uno de los tres empresarios involucrados en las denuncias de la justicia estadounidense contra altos directivos de la FIFA y la Confederación Sudamericana (Conmebol).
En otras de las escuchas Grondona habla con asesores sobre su declaración jurada y la forma de “dibujar” los números para pagar menos impuestos.
La defensa de Carlos Amarilla
“Estoy tan sorprendido como ustedes: yo no favorecí a Boca. Estoy muy tranquilo porque el que nada debe, nada teme”, dijo Amarilla en diálogo con la radio AM 970 de Asunción, Paraguay.
“Las palabras de estos dirigentes corruptos destruyen el fútbol. Nosotros no nos metemos en las cosas sucias de los dirigentes. Estamos fuera de eso. A mí nunca nadie se me acercó ni me ofreció nada. Todos saben cómo soy”.
“Todos los árbitros tenemos errores, pero nunca con mala intención. Soy el más interesado en que esto se esclarezca. Quieren ensuciar mis 18 años de carrera”, afirmó Amarilla.
“Mejor que no lo tenga enfrente a ese señor, no sé de lo que soy capaz. Mis abogados ya tienen el audio y me dirán qué hacer. Tengo la conciencia demasiado tranquila. Estoy a disposición de cualquier investigación”.
