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Dirigir al Real Madrid posiblemente sea un “sueño” para gran parte de los entrenadores de fútbol en todo el mundo. Entrenar al conjunto merengue, uno de los más famosos del mundo, significa renombre y “glamour” pero también representa presión y máxima exigencia, sobre todo si como jefe se tiene a un hombre como Florentino Pérez.
El empresario español ha sido presidente del equipo madrileño de 2000 a 2006 y en una segunda etapa, de 2009 a la fecha, y aunque ha apostado por grandes fichajes tanto en futbolistas como en entrenadores, muchos de ellos no le han resultado, sobre todo los técnicos, a quienes persigue una “maldición”.
Todo aquel entrenador fichado por Florentino Pérez no llega al final de su contrato y el único que lo logró, lo hizo cuando él ya no era presidente del Real Madrid. Los últimos ejemplos de esa teoría fueron Carlo Ancelotti, quien tenía contrato hasta junio de 2016, pero fue relevado tras una temporada sin títulos y este lunes fue el caso de Rafael Benítez quien asumió en junio de 2015 y selló un vínculo hasta mediados de 2018.
Con «Rafa» fuera de la Casa Blanca, Zinedine Zidane será el encargado de asumir el difícil camarín del Madrid y estará bajo presión por conseguir trofeos y si no, la poca paciencia de Florentino Pérez lo hará caer de nuevo en la “maldición” en la cual ninguno de sus colegas ha podido terminar su contrato.
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