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Unidos por el deporte: Familia Manríquez Sir correrá el Ironman 70.3 de Pucón

Padre, hijos e hija, todos serán parte de la “Carrera más linda del mundo” que lanzará el próximo domingo a las 7 de la mañana.

Por Pamela Romero Novoa, enviada especial a Pucón

De los seis hijos de la familia Manríquez Sir cuatro dedican su vida al deporte. Andrés Manríquez, el padre, los motivó uno por uno para que lo acompañen en la aventura de la triatlón y este domingo serán parte del máximo desafío en Pucón: El Ironman 70.3.

«Yo compito por tercera vez y mis hijos por segunda vez. Ahora espero mejorar mi marca pero no soy ninguna maravilla tampoco. La única que no compite de la familia es mi esposa, ella nos acompaña y nos da el apoyo», comenta el padre de la familia que espera con ansias el debut de su única hija en el Ironman Kids.

«Corro hace más de 20 años y me dediqué a correr maratones, las lesiones que me producían las maratones no me dejaban correr muy bien, entonces busqué una alternativa para no tener esos dolores producto del trote, ahí encontré la triatlón hace tres años aproximadamente. Empecé a entrenar todos los días natación y mejoré las lesiones. Ahora me dedico a eso y de apoco fui entusiasmando a mis hijos», asegura.

El primero de los hijos que siguió los pasos de su padre fue su primogénito Andrés de 25 años. «Llevaba como seis meses corriendo con mi papá en las mañanas, de ahí me ofreció acompañarlo con una bicicleta, lo probé y me gustó. Era algo distinto, de mis amigos nadie lo hacía, era algo nuevo y me quedó gustando. A nuestra edad uno mejora rápido y vas progresando con el entrenamiento. La natación cuesta más, pero me voy superando», dice el hermano mayor.

Tomás, de 23 años, dejó rugby por la bicicleta, el nado y el trote. «El año pasado me puse como desafío hacer el Ironman. Siempre me gustó el deporte, ya estaba muy carreteado el año pasado, entonces quería parar un poco el carrete y empezar a ser más sano y me gustó. Empecé a mejorar y para este año me puse más exigente con el resultado. Dejé el trago, el cigarro, el carrete, me empecé a acostar temprano y a estudiar», dice entre risas.

Por otro lado está Nicolás, de 21 años que bajó 17 kilos luego de comenzar a entrenar. «Dejé todo el deporte que hacía en el colegio y subí mucho de peso, ahí empecé a buscar algo para volver al deporte, pensaba en volver al rugby pero mi papá me ofreció el triatlón con el Andrés y el Tomás y me metí. Me motivé, mejoré demasiado, empecé a bajar de peso y me quedó gustando.

«Estábamos en septiembre del año pasado y salió la idea del Ironman, pensé que no lo iba a terminar pero lo terminé igual a pura cabeza. Este año pienso mejorar mucho más», comenta el menor de los hombres que participarán.

Sin embargo, los hombres no son los únicos representantes de la familia Manríquez Sir. Ana, La hija menor y única mujer también será parte del evento deportivo más importante de Pucón en la categoría de 12 y 13 años. «El año pasado le pregunté si quería nadar y le quedó gustando. Está bien motivada, a veces llega del colegio donde hace deporte y se cambia para seguir haciendo deporte. Además tiene un grupo de amigas y aprovecha de pasarlo bien», explica su padre.

Todos están expectantes del debut de la regalona de la familia en el Ironman Kids, así lo explica Ana María, su madre. «Todo ha sido motivación del padre porque la verdad es que yo no muevo ni una pata. Aguanto los entrenamientos de los chicos, Andrés (padre) se levanta a las 4:30 de la mañana, los demás un poco más tarde de lunes a viernes a entrenar. Fueron años de maratones y ahora estamos en triatlón los últimos cuatro años», comenta la jefa de familia.

«Mi hija empezó sola, un día se aburrió de la natación y enganchó con el grupo de niñas del triatlón, además vio a sus hermanos y su papá. Es su segundo triatlón porque antes hizo el de Piedra Roja, pero este es mucho más importante», argumenta la mujer que se ríe de las zungas que utilizan sus hijos.

«Comen demasiado, lo que se gasta en el supermercado con estos niños es impresionante. Me alegan que ‘nunca vamos a ser deportistas de alto rendimiento porque no nos dan comida’ jajaja. Pero lo bueno es que hacen su papá todos juntos, yo vine a hacer barra no más, a sacar fotos», asegura Ana María que a causa de una rotura de ligamentos en su rodilla no puede hacer más deporte que ir al gimnasio.

«Lo más importante de esto es que ellos se fueron motivando solitos, nunca los hemos obligado a hacer deporte. Lo pasan bien, se alimentan bien y carretan menos que antes», finaliza la madre orgullosa que será la primera en llegar el domingo para alentar a sus hombres.

GRAF/PMR

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