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Monos, malayo y goles: las aventuras en Asia del nuevo refuerzo del Campanil

El centrodelantero Matías Conti firmó por un año en Universidad de Concepción. Llegó procedente del fútbol de Malasia, donde vivió varias anécdotas y convirtió 50 tantos en en dos temporadas y media.

Luis Rivera Talpen

Matías Conti, santafesino, 25 años y 1,82 metros. El centrodelantero se unió al plantel de Universidad de Concepción por un año y deja atrás una serie de peripecias que vivió en la liga de Malasia. Allí, el futbolista convirtió medio centenar de goles y conseguió varios títulos defendiendo al Pahang FC.

«Mi estadía en Asia fue muy positiva. Pude jugar muchos partidos y marcar mucho. Anoté 50 goles en alrededor de 70 o 75 partidos, en dos temporadas y media. Pude ganar cuatro títulos, así que puedo decir que me fue muy bien en lo estrictamente deportivo», cuenta el atacante formado en las inferiores de Vélez Sarsfield.

Conti está feliz por su llegada al Campanil. Y con razón, pues el diálogo con sus ex compañeros no era mucho. Lo más cercano a él era un jamaicano. La lengua malaya (o bahasa melayu) no la pudo aprender y sólo un progreso con su inglés logró rescatar de su buen paso por el país asiático. «Fue un poco difícil. Lo único que se puede hacer es tratar de hablar inglés, aunque yo sabía muy, pero muy poco. Aprendí algo, pero los primeros meses sólo hablaba con mi esposa. Con nadie más. Pero pasó el tiempo y por suerte me pude comunicar mejor», confiesa.

El goleador dice que «ahora disfruto de los entrenamientos. En Malasia era ir a entrenar y volver a la casa. Acá ya fue más divertido». Sin embargo, no ha olvidado su experiencia exótica en Pahang. «Vivíamos en una playa con un poco de selva y los monos se nos subían al balcón. Una vez nos fuimos de viaje, por una semana. De regreso, empecé a revisar la casa y me di cuenta de que habían entrado los monos porque habían botado un talco y sus pisadas estaban marcadas», cuenta.

Y Conti sigue entre risas: «Ese día los monos me sacaron un reloj, un cargador del teléfono y el control remoto del aire acondicionado. Otras veces entraban y nos comían toda la fruta».

En Concepción no vivirá momentos como ese y lo sabe. Viene siguiendo el fútbol chileno hace tiempo y considera que jugar en este campeonato le puede abrir otros horizontes: «Me motiva el tema de que yo siempre quería jugar en una liga más competitiva. Y Chile es una gran para opción. Yo conocía a la U de Conce, porque en Asia, inclusive, se ve mucho el fútbol sudamericano, sobre todo el argentino, el brasileño y el chileno. No lo dudé. Es un club ordenado y que siempre responde a las expectativas peleando arriba en la tabla», cierra el delantero.

Desde la próxima semana, cuando se inicie el torneo, veremos si Conti puede repetir los goles que inscribió en Malasia. Sólo de historias no viven los goleadores.

GRAF/LRT

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