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El Gráfico Chile
Tomás Costa va a quedar en la historia de Universidad Católica por haberse convertido en uno de los referentes de una época particularmente amarga para los hinchas. El mediocampista argentino fue uno de los jugadores que más minutos sumó en la época de los sinsabores provocados por los títulos esquivos.
Un buen primer semestre de 2011 y un regular rendimiento desde mediados de 2012 hasta fines de 2015 marcó el paso del rosarino por la precordillera, el que llegó a su fin a comienzos de este 2016 con su confirmado traspasaso al gigante uruguayo Peñarol.
«Es una mezcla de sensaciones por un tema de que ya me había instalado en Chile. Ya estaba bien, había conocido mucha gente, aparte de la posibilidad de jugar en Católica que me generaba un montón de cosas todos los días. Tener que dejar todo eso de lado obviamente que es schokeante en un punto, y en otro punto también se mezcla con las expectativas del otro club», reflexionó Tomy sobre su salida en declaraciones que reproduce el sitio de Cruzados.
Respecto a la decisión de partir más allá de que le restaban seis meses de contrato, el ex Porto explicó que «no era del gusto del entrenador y él decidió eso en su momento. Mi representante comenzó a escuchar propuestas al saber que yo no estaba dentro de las decisiones de él. Salió esto de Peñarol que en ningún momento lo dude por el interés que mostraron, y para mí eso me generó mucha tranquilidad».
A la hora de hablar de sus recuerdos, Costa sostuvo que «fue muy confortable todo. Lo malo trato de digerirlo. Pensar que no tuve la suerte de salir campeón es algo que siempre me va a dar vueltas en la cabeza, pero poniendo en la balanza siempre trato de quedarme con lo bueno, que más allá de la posibilidad de no ser campeón, fueron cuatro años extraordinarios».
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En esa línea, el trasandino se atrevió a establecer que el 2013 fue su mejor año en la UC. «A nivel equipo fue muy importante. Competimos plenamente en la Sudamericana, más allá que en el 2012 llegamos a semifinales; el 2013 peleamos las dos cosas palmo a palmo. Fuimos el equipo que más punto hicimos, no tuvimos la suerte de ser campeón y a nivel personal fue el año que mejor me sentí, donde se había formado un buen equipo. Estábamos todos muy convencidos. Creo que a nivel individual y grupal fue el mejor año», expuso.
Brindando un especial mensaje a los seguidores, el Flaco cerró sus declaraciones expresando que «ha sido un agrado y un placer que me dio el fútbol poder jugar en Católica y defender este club. Siempre los voy a llevar dentro del corazón porque me encariñé mucho. Y quién dice que las vueltas del fútbol no me den la posibilidad de volver. Voy a quedarme con lo bueno y ojalá la gente se quede con lo bueno porque en todo momento hay algo que me dejaba dormir tranquilo, que era que daba la vida por el club y me entregué en su totalidad a lo que era la camiseta».
GRAF/PS
