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Gonzalo Pérez Amar
El Dakar 2016 llegó a su fin y la ruta trazada por la organización dejó distintas sensaciones en los pilotos que participaron de la prueba. Con la bajada de Chile y Perú del recorrido, ASO, empresa organizadora de la carrera, tuvo que cambiar el mapa que tenía en mente y sólo contó con la presencia de Argentina y Bolivia para preparar la ruta de trece etapas.
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El desierto chileno dejaba de ser parte del rally más extremo del mundo por primera vez desde que desembarcó en Sudamérica y en cambio, las rutas argentinas tomaron preponderancia en el recorrido. Los rápidos caminos trasandinos, muy parecidos a los del campeonato mundial de rally, se convirtieron en el «alma» de los primeros días y los pilotos parecían no conformarse con la carrera que estaban corriendo.
«Fue un Dakar particular, tuvo muy poca navegación y fueron muchos caminos rápidos. Es de esperar que vuelva a Chile para que recupere la esencia y el desierto, que es el terreno madre de la prueba«, dijo Ignacio Casale a El Gráfico Chile.
La queja del piloto nacional, que se retiró del Dakar por una fractura de clavícula, refleja un sentimiento compartido por los pilotos. Las lesiones provocadas por las caídas producto de los rápidos caminos y la poca diferencia de tiempo entre los competidores daban cuenta que la navegación había perdido terreno en el Dakar 2016 en sus primeros días, que habitualmente solían correrse en territorio chileno.
«Yo diría que este Dakar está siendo un poco atípico. Se ve que esta primera semana ha sido un poco preparada in extremis. Hay mucho, mucho camino y cero fuera de pista, cero navegación. Todo esto está haciendo que la carrera se aleje un poco del espíritu del Dakar (…) Aun así, si por algo se va a caracterizar este Dakar es por la falta de arena y desierto», dijo Carlos Sainz en entrevista al diario El País tras una semana de competencia.
Ahora que el Dakar 2016 ya llegó a su fin, la organización deberá empezar a armar el recorrido del Dakar 2017 y seguramente escucharán los reclamos de los pilotos. Por eso, el retorno de Chile a la ruta es muy importante y ya es inminente.
«Me parece positivo, ojalá que se tomen buenas decisiones y sea en Valparaíso, la ciudad que me vio ganar, o La Serena. Sería un espectáculo fantástico y esperemos que tomen buenas decisiones y podamos contar el Dakar 2017 en Chile», dice Ignacio Casale
Las negociaciones con Chile, según información recopilada por El Gráfico Chile, comenzaron una vez que Perú se bajó del recorrido para el 2016 y fue ahí cuando ASO ofreció la largada a nuestro país para el 2017 por cinco millones de dólares, alcanzando un principio de acuerdo acuerdo con el gobierno.
Aunque las negociaciones continuarán durante este año, el inicio del Dakar no sufriría modificaciones y Valparaíso es la carta nacional para albergar el podio de largada, considerando los turistas que rondan la zona en época de verano, el gusto de Ettiene Lavigne, encargado de ASO, por la ciudad y la posibilidad de tener el puerto para el desembarco de las embarcaciones que vienen provenientes desde Europa.
Ahora sólo resta seguir las conversaciones para llegar a un acuerdo con las etapas que tendrá Chile en el Dakar 2017, pero la largada en territorio nacional es un hecho y sólo un incoveniente mayor en las negociaciones frenaría el deseo de la organización y del gobierno de volver a tener la prueba en el desierto nacional.
GRAF/GP