PUBLICIDAD
0 of 8
Por Diego Espinoza Chacoff
El ex preparador de arqueros de Liga de Quito, Gustavo Flores, llegó junto con Sebastián Beccacece para sustituir al histórico «formador» de Johnny Herrera, Eduardo Azargardo. El nuevo técnico de Universidad de Chile sumó en su staff técnico al rosarino que deberá lidiar con la difícil misión de recuperar al capitán azul quien tuvo una opaca temporada en 2015.
Para ello, el «mateo» entrenador – como lo definió Herrera – tiene un plan especial para pulir los detalles técnicos del seleccionado chileno con un trabajo de perfección de errores que espera que le den éxito dentro de un campeonato que Flores pretende ganar con los azules a través de la solidez que espera que tenga su dirigido bajo los tres tubos.
Por otro lado, y a pesar del buen status que ha conseguido en Sudamérica, el ex meta argentino confesó su pasado como transportista de camiones en Rosario años antes de poner ganarse la confianza de Beccacece con quien dice compartir los mismos conceptos futbolísticos y a quien respalda gracias a su esforzada visión del fútbol.
¿Cuál será su forma de trabajo con Johnny Herrera?
«Yo siempre me caractericé en la parte correctiva técnica para transferirlo a la velocidad de ejecución, soy un confiado de que si no estás preparado técnicamente estás expuesto a muchos errores entocnes hay que pulir esos detalles. Johnny tiene su estampa y personalidad y tiene un montón de cosas que si no han sido trabajadas antes, se ven ahora técnicamente pero apunto a un trabajo correctivo».
PUBLICIDAD
¿Herrera tiene alguna falencia técnica especial?
«Hay estilo, formas, cada uno tiene impronta. Johnny y Miguel tienen hábitos y una cultura del puesto que tienen incorporados y les ha dado resultado, pero siempre se pueden mejorar para evitar lesiones. Pienso estirar sus carreras, pero a Johnny ¿qué más puedo pedirle si viene siendo figura hace mucho? Le pediré lo mínimo que él mejorará gracias a su experiencia».
El año pasado fue muy malo para él ¿Se prepara algo para revertir eso?
«La preparación fue igual para todos, pero el trabajo de pretemporada fue con juego con balón, fundamentos tácticos, resolución de jugadores y he notado que se hace más dúctil con el trabajo con los pies y vamos sumando ejercicios combinados».
¿Cómo quedaría agusto con el desempeño de Herrera?
Hay una estadística a nivel mundial para los grandes arqueros como Buffon, Cech, Cortouis donde hay un promedio de un error grosero (que termina en gol) cada doce partidos. La idea es aminorar ese margen con Johnny, aunque sabemos que él es no de los mejores del continente».
¿Es díficil tratar con él por la calidad de estrella que tiene en Chile?
«En Sudamérica, él es uno de los mejores, siempre tuvo una regularidad y tendencia en el puesto a observar y tengo presión porque no vengo a trabajar con un desconocido, ha sido figura, es referente, consolidado y hace mucho que viene trabajando y uno tiene que ser rígido en ese sentido»
Eso sí, el propio Johnny lo definió a usted como «mateo» ¿Qué piensa usted de eso?
«Viniendo de él es un halago sobre todo por el poco tiempo que nos conocemos, es una caricia. ¿Yo mateo? Yo nunca fui virtuoso, me lesioné y me dejó afuera de lo que me sentía un limitado. Después me encontré trabajando en Rosario Central como preparador de arqueros y me fue mal y tuve que dedicarme a trabajar un camión en ruta pero cuando hacía eso mejuramenté que cuando tuviera la opción de dedicarme a eso no me iba importar dedicarle 4 ó 5 horas más».
¿Por qué Beccacece lo busca a usted para completar su staff para la U?
«Yo tenía contrato en Liga de Quito por dos años más y me llama Geralnik (PF), me pregunta en qué estaba y me comentó el proyecto de Sebastián y me sentí identificado en su forma de mirar el fútbol, para encarar el trabajo, es un apasionado, se deborda en el día a día y en la pasión que le pone y bastó 15 minutos para decirle que sí, que realmente me interesaba. Me sentí muy identificado con él y me pregunté él prefirió dejar todo, la clasificación a un Mundial y entonces tuve que decirle que sí».
GRAF/DE