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El Gráfico Chile
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Todo comenzó con el despido de Humberto Suazo. Ni siquiera el título del Apertura calmó los ánimos dentro del camarín de Colo Colo, que ahora arde por varias declaraciones de los jugadores con más experiencia en el vestuario. Frases como «Humberto fue ídolo del club. Hay cosas que se deberían manejar de otra manera», de Justo Villar; o «Creo que en cuanto a su demanda tiene el derecho a reclamar», de Julio Barroso; generaron un distanciamiento con la dirigencia que hoy, incluso, se agrava con división de la interna.
Ocurre que Jaime Valdés y Esteban Pavez han manifestado públicamente sus ganas de emigrar. Y lo han hecho con duras palabras, apuntando a la poca ambición de Blanco y Negro. «San Lorenzo se acercó con un proyecto interesante, muy motivante, que es ganar la Copa Libertadores. No es una decisión fácil, porque estoy feliz en Colo Colo. Pero el proyecto de ir a pelear la Copa motiva a cualquiera y a mí me gustaría mucho que los dirigentes de Colo Colo pudieran hacer un programa así. Las condiciones están. Hay mucha calidad para hacerlo», dijo el Pájaro en Somos Chile Radio.
Sus dichos llegaron en respuesta al timonel Aníbal Mosa, quien horas antes había confirmado su permanencia. Y aquello aún no es claro. «No se va a ir ningún jugador más, hablé con Jaime Valdés y acordamos su continuidad», había dicho el empresario. Además, Alejandro Paul, gerente de ByN, afirmó en El Mercurio que «hace dos semanas nos llegó una propuesta por Pajarito desde San Lorenzo. Pero la oferta es muy baja, no vamos a aceptarla. En este momento no podemos desprendernos de él».
Pero lo cierto es que esa negativa a las salidas no cayó bien en parte del plantel. Pavez también quiere aprovechar el interés de un equipo argentino, luego que el año pasado se quedara con las ganas de emigrar al Celta de Vigo. «Claro que me gustaría jugar en Newell’s. Es un club importante del fútbol argentino y a mí siempre me gustaron este tipo de desafíos. Con mis ganas no alcanza. Es una situación que la tienen que terminar de arreglar entre los dirigentes«, dijo en el diario La Capital de Rosario. Y luego, en Canal 13, coincidió con Valdés: «Otros equipos que jugarán la Copa Libertadores se reforzaron gastando plata y eso va de la mano con tener jugadores de nivel».
Villar entiende esa molestia, pero termina por acatar las decisiones de su dirigencia. «Si bien nosotros como plantel queremos que la directiva se ponga objetivos más altos, no estamos en condiciones de exigir eso. Nosotros somos empleados como cualquier otro», expuso el portero paraguayo.
Y cuando todo apuntaba a un quiebre entre futbolistas y directivos, Pavez abrió otra herida que terminó por desestabilizar el vestuario. En el mismo en diálogo con Canal 13, criticó duramente a los juveniles albos y siguió desestabilizando el vestuario: «Si uno mira los entrenamientos para mi deberían jugar todos los juveniles, pero a veces no hacen ni el diez por ciento de lo que realizan en las prácticas. Ojalá que agarren confianza luego… Eso a uno le molesta, ya que en el entrenamiento uno tiene que marcarlos y hacen diferencia».
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La crisis no ha afectado los resultados deportivos y esa es la preocupación de José Luis Sierra, que este deterioro en las relaciones no conspire contra la campaña que lo tiene como actual monarca y candidato al título en el Clausura.
GRAF/LRT
