El Gráfico Chile

Columna de Colo Colo: Otro fútbol es posible

Es muy difícil escribir de fútbol en un contexto en que a simple mirada todo se hace mal.

Fabián Araneda (@elperrotracio)
Filial Santiago Centro

No les mentimos, el comienzo de esta columna fue difícil. 4, 5, 6 veces la escribimos, la borramos y la volvimos a escribir porque no sabíamos cómo describir cada unos de los sucesos que desde finales del año pasado y comienzos de este año nos han desgarrado a los amantes del fútbol, pero a la vez nos han confirmado lo que muchos sabíamos: que el modelo creado, y en otros casos profundizado por las Sociedades Anónimas, la ANFP y sus operadores en el mundo de la política no han venido más que a matar el fútbol chileno.

Estadios vacíos, bajo nivel en el torneo local, jugadores descontentos con sus equipos, sin identidad y solo esperando emigrar, equipos sin proyectos en las juveniles, clubes que a pesar de todas las promesas siguen endeudados y con posibilidades concretas de volver a estar quebrados y el monopolio comunicacional, son varios ejemplos del alicaído fútbol local. Aquellos que somos hinchas de Colo Colo lo sabemos, ya que producto de una sanción sólo se le permitió el ingreso a 1000 hinchas (abonados) contra Audax Italiano, los dirigentes en vísperas de la Copa Libertadores han traído refuerzos de dudoso nivel y para más remate, han mantenido una relación malísima con los jugadores del plantel que hace ver hacia afuera que nadie quiere estar en Colo Colo.

Lo dijimos al principio, lo intentamos, pero queda claro que es muy difícil escribir de fútbol en un contexto en que a simple mirada todo se hace mal. Pero saben… los colocolinos no somos clientes. Sí, las cosas se hacen mal, pero nuestra posición ante este problema no puede ser exigir solo mejor gestión, sino que por el contrario debemos luchar y construir el club que queremos. Eso es lo que debemos hacer y eso es lo que se ha venido haciendo.

Hace 14 años Colo Colo fue enviado a la quiebra tras varias irregularidades y se convirtió en la excusa perfecta para instalar el modelo de las Sociedades Anónimas. De ahí en adelante, y eso es algo que nos favorece, la concesionaria Blanco y Negro (ByN) es la que se hizo cargo del fútbol y los socios e hinchas identificados con el Club Social quedamos relegados a una Corporación con muchas historia por detrás, pero que era dirigida por personajes que activa o pasivamente le terminaron haciendo el juego a ByN.

Año a año la molestia de socios e hinchas iba creciendo hasta que hace un poco más de un año en una elección histórica se presentaba un proyecto que tenía como pilares fundamentales recuperar el club, hacerle frente a ByN y demostrar ante todo el país que «otro fútbol es posible». No ha sido fácil, durante este camino se han cometido muchos errores, pero también ha habido muchos aciertos. Los errores los asumimos con la frente en alto porque están enmarcados en una lucha incesante ante el modelo de fútbol negocio y los aciertos los tomamos con humildad porque todavía queda mucho camino por recorrer.

Decimos que desde aquí «otro fútbol es posible» porque hemos puesto como centralidad el rol de los socios e hinchas en los destinos y decisiones del club. Decimos que desde aquí «otro fútbol es posible» porque entendemos que los clubes no solo son maquinitas de formar jugadores y ganar torneos, sino que también tienen un deber con la comunidad y los territorios. Ese deber con la comunidad es el que han cumplido nuestras filiales en distintos lugares del país que además de vincular al pueblo con los valores de Arellano, han generado escuelas gratuitas de distintos deportes y artes, como también han fomentado actividades comunitarias y sociales en el que hacemos más digno y agradable el diario vivir. Decimos que desde aquí «otro fútbol es posible» cuando nos reunimos en torno a nuestra querida Liga Interfiliales, campeonato de fútbol que convoca a las distintas Escuelas gratuitas de fútbol de las filiales de la ciudad de Santiago y donde el mayor triunfo para más de 600 niños y niñas es compartir los valores de lo popular y comunitario, dejando en segundo plano el ganar bajo cualquier costo.

Decimos desde aquí que «otro fútbol es posible» cuando ponemos nuestra mano en nuestro escudo y recordamos nuestra historia como club y su importancia en la historia del país. La importancia y el aporte de cada uno de los jugadores que han pasado por nuestra institución, desde los rebeldes del 25 hasta nuestro gran Marcelo Pablo Barticciotto, y a los cuales pretendemos no dejar de lado como ha sucedido con muchos ídolos que han sido abandonados en el olvido.

Muchos proyectos, ideas, identidades, voluntades y personas entran en la consigna. Para aquellos y aquellas que hemos sido despojados materialmente de nuestro sueños es cada una de esas cosas. Es también rebeldía, resistencia y construcción, es camino y objetivo, es nuestra vida y la de nuestros hijos e hijas. Por eso mismo colocolinos y colocolinas, gritémoslo, rayémoslo en cada lienzo, pintémoslo en cada pared, para que no se nos olvide y para que lo escuchen desde allá arriba los poderosos. «OTRO FÚTBOL ES POSIBLE»…

GRAF/PMR

 

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