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Por Javier Rios R.
La final del Fútbol Americano es una locura: en Estados Unidos más de 150 millones de espectadores vibran con el evento que se transforma en la fiesta deportiva de el país. Y aunque usted no lo crea, en Chile, el Super Bowl también se disfrutó con los mismos ingredientes, mucha cerveza, comida y gritos celebrando un Touchdown.
La calle las Urbinas lucía llena este domingo y los transeúntes habituales no entendían por qué habían chicas vestidas de cheerleaders corriendo de lado a lado. Más de 500 personas se agolparon en el bar deportivo California Cantina para ver el partido en que los Denver Broncos vencieron a los Carolina Panthers 24-10 y se alzaron con el trofeo Vince Lombardi de la NFL.
David Molina, el administrador del recinto que habitualmente recibe a los fanáticos de este deporte, le contó a El Gráfico Chile lo particular de este día, «hoy todos vienen a disfrutar, desde temprano están llenas las reservas por lo que tenemos que abrir todo el bar, acomodar pantallas por todos lados y crear un ambiente para este evento. Vienen casi 600 personas», cuenta reflejando el ambiente del lugar.
Entre los fanáticos se puede ver de todo: desde familias enteras, a una pareja particular: ella fanática de los Panthers y él un furibundo hincha de los Broncos. La pareja no se hace problemas para ver el partido enfundados en las poleras de sus equipos, aunque a la hora de celebrar no se guardan nada: «No nos hacemos problemas, yo nací en Carolina del Norte así que me la juego por mi equipo. Además los Panthers me gustan porque son todos jóvenes, el recambio. Él sólo alienta a Denver porque es fanático de Payton Manning«, lanza desafiante la rubia, mientras su novio toma la enésima cerveza de la noche y lanza un respuesta ramplona: «No tienen posibilidad en este Superbowl«.
Los gritos ensordecedores y constantes abrazos sólo tuvieron un momento de calma porque un caso aparte fue el show de medio tiempo. Nadie se movió de sus asientos e incluso se pusieron de pie para aplaudir el show de Beyoncé junto a Coldplay y Bruno Mars en el Levi’s Stadium de California… se sentían como en casa.
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Mientras Cam Newton sufría con la impecable defensiva de los Broncos, que controlaron todo el partido sin problemas, los garzones del local corren de lado a lado para no dejar un momento sin cerveza a los fanáticos: «Los gringos se vuelven locos con la NFL, si van ganando piden shots de «Jager» para todos y gritan muy apasionados; es igual que las películas, es muy distinto a los chilenos» cuenta Arnaldo, uno de los meseros que corren de lado a lado llevando tragos y lo más típico de la comida yankee: hamburguesas, alitas de pollo y comida mexicana.
El partido terminó consagrando a Peyton Manning y la fiesta no paró, la mayoría de hinchas del equipo naranjo comenzó los festejos en el mismo tono: entre cheerleaders y cerveza.
GRAF/JR