El Gráfico Chile

“Que se bajen los huevones”: la trastienda del ajustado triunfo copero de Colo Colo

La ajustada victoria por la mínima a Melgar, dejó varias anécdotas para contar en Macul.

Rodrigo Realpe V.

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«¡Que se bajen los huevones!»

Ni la Copa Libertadores se salva de la actitud de algunos hinchas. Cuando Colo Colo dominaba y el gol estaba en la puerta del horno, el juez Julio Quintana debió detener el juego ante Melgar luego de que tres hinchas se subieran al acrílico en el sector de Arica que demoraron cerca de 5 minutos en descender del lugar. La acción provocó la indignación del resto del estadio quienes lamentaron que el juego se detuviera justo cuando los albos realizaban su mejor juego. Tal fue el enojo del público, que de forma espontánea comenzaron a cantar ¡que se bajen los huevones!

Incidentes y demora a la hora de entrar

Bien complejo estuvo el panorama para algunos hinchas en Macul al momento de ingresar al estadio. Los accesos se vieron sobrepasados generando una larga demora, donde incluso, en el sector de Arica, una especie de avalancha obligó el actuar de las Fuerzas Especiales de Carabineros. Solo se trató de un hecho aislado y no hubo detenidos.

Tonso, al borde de la suspensión

El carácter de Martín Tonso ya comienza a preocupar en Colo Colo. El delantero argentino nuevamente vio una tarjeta amarilla en Copa Libertadores tras un planchazo al volante Dawhling Leudo (8). El ex Newells ya había sido amonestado en Ecuador la semana pasada frente a Independiente del Valle, también por juego brusco. Una más y quedará suspendido.

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Aplausos para Zaldivia

Uno de los puntos altos en Colo Colo fue el central argentino Matías Zaldivia. El ex Arsenal volvió a justificar su titularidad con un soberbio desempeño ante Melgar. No falló ni dudó en las pelotas que disputó, sacó la voz y ordenó la última línea cuando los peruanos intentaron acercarse al área. Incluso generó peligro en ataque, cuando subió a cabecear, en cada balón detenido del Cacique.

El retraso de Mosa

Fue tanta la cogestión vehicular y la demora en los ingresos al estadio Monumental, que hasta el propio presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, llegó tarde al partido. Recién a los 12 minutos de partido, el timonel albo pudo sentarse en su butaca en el sector de Rapa Nui a presenciar el juego.

El perro que quería ser suplente

Faltaban minutos para que finalizara el partido y la presencia de un perro obligó a actuar a los efectivos de seguridad. El can, un poco juguetón, logró ingresar al sector de cancha, y aunque no tocó el césped prefirió buscar descanso en la banca de Colo Colo, donde fue retirado por los guardias.

GRAF/JR

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