El Gráfico Chile

Columna de Colo Colo: Ahora es cuando

“La chispa, la intensidad, las ganas de ganar, que son la condición mínima para que los colocolinos podamos tener derecho a soñar con la máxima gloria en todos los frentes”.

Por José Miguel Sanhueza (@albohemio)
Colo Colo de Todos (@colocolodetodos)

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«Por fin apareció Colo-Colo». Así podríamos resumir esta última semana futbolística del Cacique. Y es que más allá de las estadísticas en un cada vez más deslavado y devaluado torneo nacional, hacía falta una demostración clara de hambre de triunfo como la demostrada en los últimos dos partidos oficiales. La chispa, la intensidad, las ganas de ganar, que son la condición mínima para que los colocolinos podamos tener derecho a soñar con la máxima gloria en todos los frentes.

La primera estación de esta semana que pasó era ni más ni menos que el debut copero en nuestra casa. Melgar, el último campeón peruano, era el escollo a derrotar en esta pasada luego de rescatar un empate en la altura de Sangolquí. Un empate que dejó un sabor dulce desde la perspectiva de la calculadora, pero sembró más dudas en cuanto al juego exhibido.

Contra Melgar la historia fue al revés. Cumplido el objetivo mínimo de sumar de a 3, quedó la sensación de que habría sido posible ensanchar mucho más la diferencia en el marcador, habida cuenta de la crucial importancia que ha tenido en otros momentos de nuestra historia copera reciente la diferencia de gol. Pero pareciera ser una anécdota. Haber mostrado una superioridad clara y elocuente, haberse procurado numerosas ocasiones de gol, haber sabido resolver la incómoda situación de enfrentar un equipo que vino a buscar el empate desde el minuto 1, y sobre todo haber mostrado un ritmo y un empuje que no se había visto este año, son cosas que finalmente hicieron que los 35 mil hinchas que asistimos al Monumental un miércoles de febrero, nos fuéramos con una merecida y anhelada sonrisa en el rostro.

Una sonrisa que también traía aparejada una duda más que razonable de cara al sábado. ¿Sería capaz de mostrar esa misma intensidad Colo-Colo en un partido del campeonato?

Lo exhibido a lo largo del año por el torneo nacional quizás invitaba poco a la ilusión. La distinta motivación que involucra una y otra competencia, el intenso calor fruto del absurdo de la «temporada europea» inventada por dirigentes que parecieran no haberse enterado de que Chile está ubicado en otro hemisferio, la porfía de programar a Colo-Colo sagradamente al horario de más calor en lugar de turnar los horarios, podían conspirar contra un buen espectáculo. Lo mismo que la decisión (sensata, en la opinión de quien escribe) de dosificar algunos nombres de cara a los próximos partidos.

Afortunadamente la realidad mostrada en el verde césped dijo otra cosa. La apuesta por tres hombres de ataque ligeros y ágiles (Carvallo, Delgado y Tonso) esta vez trajo muy buenos frutos, aportándole una frescura y sorpresa al ataque colocolino que se echaba de menos. De la mitad hacia atrás por su parte se mostró un equipo sólido, con Pavez y Baeza comiéndose la cancha, Zaldivia y Barroso acostumbrándonos a su solvencia y casi (salvo un par de tapadas) haciéndonos olvidar al enorme arquero que tenemos. Un partido redondo casi sin puntos bajos en lo individual y lo colectivo, frente a un equipo de San Luis que se vio maniatado desde el primer minuto y mostró mucho menos que lo que podría exhibir con los jugadores de los que dispone.

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Más allá de los marcadores, más allá incluso del merecido premio de conquistar la punta exclusiva del campeonato, necesitábamos una semana así para volver a creer. Por lo pronto la siguiente estación será Universidad Católica, que una vez más dejó escapar puestos de avanzada y sigue lidiando con sus traumas, pero que a lo largo de estos años bien nos ha sabido hacer la vida imposible en el Monumental. Sin ir más lejos, la última vez que le ganamos al conjunto cruzado en nuestra casa fue el año 2010, en una victoria que para más remate la historia se encargó de convertir en el triste recuerdo de aquel campeonato prácticamente servido que dejamos escapar bajo la «conducción técnica» de Diego Cagna.

Católica será la primera estación de una seguidilla de duros desafíos. Luego vendrán Atlético Mineiro en el Monumental, visita a San Marcos de Arica, Mineiro en Brasil, y Superclásico. Todo eso en un par de semanas. Pero si mostramos la misma sed de victoria de estos últimos partidos, tenemos todas las posibilidades de salir triunfantes y continuar alumbrando nuestro destino con fuego de campeón. Matar la mala racha contra la UC en el Monumental será la primera misión. Ahora es cuando.

GRAF/GP

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