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Rodrigo Realpe V.
Cuando en la semana le preguntaron a José Luis Sierra sobre el último clásico ante la UC por el Torneo de Apertura (dramático triunfo de los cruzados en el epílogo), el técnico albo reconoció que de aquella agónica derrota aprendió a que no podía cometer los mismo errores.
Así, con un Colo Colo efectivo en ataque y una UC débil en la zona defensiva, Sierra leyó a la perfección el libro táctico y se quedó con una batalla que merecía ser más disputada.
Colo Colo ganó de entrada. La juventud del plantel cruzado sufrió pánico escénico y eso el Cacique no lo perdonó. Por las bandas, Martín Tonso y Juan Delgado jugaron un partido brillante. El argentino abrió la cuenta y el canterano participó directamente en las jugadas de gol. La UC no supo responder al golpe y la experiencia y el oficio de los albos se impusieron sin piedad.
El caso de Delgado es especial. Sierra privilegió poner un hombre de ataque, puntero y veloz, en desmedro de un Martín Rodríguez que tiende a centrarse y a bajar a la zona de creación. El espaldarazo a Delgado tuvo otro elemento. La titularidad significó una revancha para Delgado, quien en la derrota en San Carlos de Apoquindo en octubre pasado fue el que perdió el balón en la jugada que terminó en el gol de Roberto Gutiérrez.
El Coto vivió una revancha personal. Le ganó en todas las líneas, sin discusión, el clásico a su amigo Mario Salas. No fue lo único, porque el técnico albo supo acallar las críticas de los hinchas quienes hace semanas lo están tildando de «fome».
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La dosis repartida ante la UC le sirvió a Sierra para volver a encantar a todos. El 3-0 fue la revancha perfecta que necesitaba Sierra para volver a reencantar a todos.
GRAF/JR