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Por Álvaro Bley – @alvarobley
Medio partidario Frecuencia Cruzada
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Aquí estamos de nuevo. Quedando relativamente pocas fechas para el fin del torneo nos metimos nuevamente en la pelea. Y de aquí en adelante todo se vuelve muy repetido: ver dos partidos por fin de semana, el de nosotros y el del puntero de turno, esperando que se caiga, celebrando goles ajenos. Escuchar frases hechas como «esta película ya la vi», reclamar por puntos perdidos en partidos anteriores o comparar lo que está pasando en este campeonato con lo que pasó el 2010.
Me quiero detener en este punto y hacer la columna sobre eso. Porque ya me aburrí de comparar con el 2010, porque todos los años es lo mismo y nunca pasa nada. Que igual que el 2010 Chile clasificó al mundial, que igual que el 2010 hubo un terremoto, que igual que el 2010 le remontamos a Colo Colo, que igual que el 2010 jugábamos 4-5-1, que igual que el 2010 el goleador del campeonato era de Católica, que igual que el 2010 no hay play offs y así.
Todos los años comparando el campeonato del momento con el del 2010, le encontrábamos algún parecido, aunque no tuviera nada que ver con nada, y nos ilusionábamos con eso y nos caímos al final. Así que digo que ya basta, que dejemos el campeonato del 2010 tranquilo y nos enfoquemos en este. Porque este no se parece en nada al del 2010. Nos tenemos que independizar de ese campeonato y hacer nuestra propia historia. Marcar un hito desde aquí.
Y los jugadores lo saben, sobre todo ese grupito de cabros chicos que lo han dado todo, con muchos huevos e inteligencia y nos tienen expectantes. Que el 2010 estaban en la galería o lo vieron por la tele o no sé cómo lo siguieron, pero se nota que estaban pendientes, que lo celebraron con todo. Tienen ese ánimo, pero otra actitud. El ánimo de salir campeones, pero la actitud de dejar su propia huella, de levantar a esta UC que está tan tropezada, antes de irse a Europa, antes de cualquier cosa.
A veces siento que todos los campeonatos busco una excusa para entusiasmarme aunque todo termine igual. Y lo de esperanzarme con los cabros jóvenes es una excusa más. Pero lo bueno es que esta excusa me gusta mucho, porque son cabros que la han sufrido en la galería y que lo han dejado todo en la cancha. Porque todos hemos dicho «hasta yo lo haría mejor», pero ellos no sólo lo dijeron, sino que entraron a la cancha y efectivamente jugaron mejor.
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No esperaron que la dirigencia trajera un central o un volante o un delantero, sino que ellos se metieron a cambiar las cosas. Y quizás sin quererlo, nos hicieron un guiño a nosotros, que no nos quedemos esperando los cambios y los hagamos. Por esa personalidad que han mostrado los jugadores y los hinchas –hasta ahora-, es que vuelvo a ilusionarme. Y por favor el 2010 dejémoslo en el 2010.
GRAF/PS
