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Por Giuseppina Lobos y Diego Espinoza
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Parecía un partido añejo. Chile jugó bien ante Argentina, pero terminó perdiendo por 2-1 en el estadio Nacional y complicó aún más las opciones para clasificar al Mundial de Rusia 2018.
Muy mala suerte para el equipo de Juan Antonio Pizzi en el comienzo del partido. A los 3′ Matías Fernández recibió una fuerte infracción de Marcos Rojo y tuvo que ser reemplazado a los 7′ por Francisco Silva. El esquema cambió de entrada.
Pese al cambio tempranero, la primera estocada de la jornada fue para el campeón de América. Centro de Fabián Orellana a través de un córner a los 11′ y en el corazón del área apareció Felipe Gutiérrez, que con un certero cabezazo desató la locura en Ñuñoa.
Chile ganaba, pero venían malas noticias. Otra lesión. Problema muscular de Marcelo Díaz en los 18′ y dejó la cancha. Dos minutos después, cuando el equipo nacional estaba con 10 jugadores en la cancha, llegó el empate de Ángel di María, con un derechazo al ángulo que dejó sin opciones a Claudio Bravo.
Carepato dejó la cancha y entró en su lugar un tímido Bryan Rabello. El hombre de Santos tomó la conducción del equipo y Gutiérrez tuvo que retroceder a la mitad de la cancha junto al Gato Silva. Tres esquema para Pizzi en apenas 20 minutos.
El gol del empate dolió, pero el tanto de Gabriel Mercado noqueó a la Roja. En los 25′ el lateral derecho de River aprovechó un error de Mauricio Isla, quien en su intención de despejarla lo dejó solo para marcar el desnivel.
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El combinado nacional no encontraba los caminos. Los dirigidos de Martino se echaron atrás y apostaron a la contra. Recién en los 45+3′ pudo empatar Gutiérrez, sin embargo su derechazo se fue elevado.
Faltó el gol
La presión chilena fue incesante en la segunda parte y desde los primeros segundos buscaron el empate. Siempre con más ideas que buen fútbol. Las ausencias de Arturo Vidal, Charles Aránguiz, Jorge Valdivia y Eduardo Vargas le pesaban al Macanudo.
Un desaparecido Orellana dijo presente en los 60′. El puntero de Celta de Vigo probó con un tiro de media distancia las manos de Sergio Romero, que se estiró para lanzarla al córner. La gente pedía el empate.
El tercer cambio de Pizzi fue Mauricio Pinilla, quien ocupó el lugar de Rabello (entró y salió por su opaco rendimiento) y dos minutos le faltaron al 9 para tener la chance de marcar. Beausejour dejó sólo al atacante, que con un zurdazo potente hizo sufrir a la visita. La más clara para Chile.
La Roja se merecía la paridad. Los locales presionaban y un rebote pilló destapado a Silva. El quillotano lanzó un derechazo rasante que se fue con centímetros.
La Selección hizo un buen partido, pero como antaño se quedó con las manos vacías. La victoria fue para Argentina. La Albiceleste superó al equipo nacional por un punto en la tabla.
Ahora hay que ir a Venezuela a sacar los puntos que se han sacado históricamente. La victoria es imperiosa en Barinas para seguir con vida.
GRAF/CS