Por Diego Espinoza Chacoff y Giuseppina Lobos
Un amargo debut tuvo que vivir el técnico de la selección chilena, Juan Antonio Pizzi. Y es que si desde el principio el escenario ya se veía complicado para Macanudo, las lesiones de Matías Fernández y Marcelo Díaz, en los primeros minutos de compromiso, empeoraron aún más el panorama ante Argentina.
Eso sí, el ex entrenador de Universidad Católica se vio rápido y resolutivo en sus decisiones, y dispuso el rápido ingreso de Francisco Silva en reemplazo del de Fiorentina, lo que concadenó en el gol de Felipe Gutiérrez, quien utilizó el puesto dejado por Fernández.
Pese a ese buen inicio de partido, la lesión del volante del Celta de Vigo complicó en demasía al entrenador quien, preocupado, tuvo que recurrir al ingreso de Bryan Rabello para poder suplir el vacío dejado por Díaz en medioterreno. Es en ese intertanto, mientras el ex Universidad de Chile está fuera del campo, que la Albiceleste se aprovecha y marca el 2-1 definitivo.
Y fue en ese momento también donde Chile perdió protagonismo en cancha. Con la salida de su gran distribuidor en mediocampo, a la Roja le costó rearmarse y tampoco encontró soluciones con Bryan Rabello, quien fue el peor jugador en el Estadio Nacional y terminó siendo reemplazado en el segundo tiempo.
Aunque se mostró preocupado durante todo el encuentro, Pizzi no gritó en demasía a sus pupilos y los abrazó y agradeció, cada vez que dejaron el gramado del Estadio Nacional. Difícil debut del DT santafesino en la banca de la Roja, pero con la esperanza de poder remediar la caída ante Venezuela, el próximo martes 29 de marzo, y en la calurosa ciudad de Barinas.
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