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Por Diego Espinoza Chacoff, enviado especial a Barinas, Venezuela
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El técnico de la selección venezolana, Noel Sanvicente, posee un largo currículum de títulos en el fútbol de su país. Con ocho títulos conseguidos en la liga local, el Chita es considerado uno de los mejores entrenadores de la última década en Venezuela. Y es que sus cinco campeonatos conseguidos con el Caracas FC y dos con Zamora de Barinas lo tienen en un sitial de privilegio del creciente balompié local.
Pese a eso, Sanvicente no lo ha pasado bien en las Clasificatorias a Rusia 2018, ya que sólo cosecha un punto de 15 posibles en las pasadas cinco fechas del camino al Mundial. Un escaso 6,6% de rendimiento que tiene a la selección Vinotinto como los colistas en la tabla clasificatoria y ahora deberá recibir a Chile para volver a competir por un cupo rumbo a la Copa del Mundo.
El técnico de 51 años también agradeció a la gente que lo apoya en Barinas, principal razón por la que la escuadra venezolana juega en este reducto, dado que, según confiesan los periodistas locales, es la única parte donde no se atreven a pifiarlo gracias a todas las alegrías que le dio al equipo de la ciudad.
«El Chita no ha podido domar un grupo de jugadores que vienen jugando desde hace tiempo juntos y que son los más experimentados. Ellos llegan a la selección e imponen su juego que hacen desde que estaba Richard Páez, y no le hacen caso al Chita. Ahí radica el principal problema», cuenta el periodista Esteban González.
En el hotel Eurobuilding, donde se hospeda Venezuela, el Chita es una especie estrella de rock y camina ignorando a toda persona que se le cruce por su camino, que no sea de la Federación venezolana. Y es que Sanvicente está nervioso y se le nota. El DT se pasea, deambula y tiene muchas charlas al día con su staff, y con el equipo antes de cada comida.
¿Se juega la vida Sanvicente contra Chile? Desde su staff técnico confían en una victoria pero los medios escritos avizoran un duro partido contra la Roja que, podría sentenciar ahora, o más adelante, la salida definitiva del Chita.
GRAF/PMR