Columna de la UC: Forjando nuevas rutas, el hincha como un sujeto histórico

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Por Cristóbal Valencia, historiador – @Cbal_Valencia Medio partidario Frecuencia Cruzada

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«Era realmente una empresa ambiciosa, que requería imaginación, audacia, responsabilidad y desprendimiento. El club está hecho para ello, había sido capaz de tanto en su vida, por qué no iba a ser capaz ahora».

Corría enero de 1980 y Eduardo Cuevas, ex presidente del club, escribió una carta a Jaime del Valle, entonces Pro-Rector de la Universidad Católica. El tema a tratar fue sobre los terrenos de San Carlos de Apoquindo:

«Así fue como nació La Gran Jornada que se presentó a la Universidad, y que tanto costó que el Consejo Superior, del cual si no me equivoco, Ud. formaba parte, la aprobara. Esta Gran Jornada que realmente hizo honor a su nombre porque obtuvo el apoyo de miles de chilenos, movilizó a tantos que hizo posible juntar los fondos para la compra del terreno que se ambicionaba».

En las crisis de identidad, a veces hay que buscar las respuestas en nuestra memoria. Para el hincha de la Católica, hacerlo implica asumir un compromiso con su propia historia. En general, cuando nos hemos unido hemos logrado grandes cosas. En 1972 compramos la Hacienda Apoquindo gracias al aporte de miles de cruzados anónimos en La Gran Jornada, y en 1988 al fin llenamos el vacío dejado por Independencia con la Campaña Cemento-Acero que permitió construir el Estadio San Carlos de Apoquindo. No quiero ir más lejos, pero Independencia lo construimos de la misma manera. No lo construyeron, lo construimos. Entre todos.

En períodos como el que nos toca vivir, en el que el fútbol de nuestro club es administrado por una sociedad anónima que persigue objetivos comerciales y el hincha no tiene forma de representación alguna, lo anterior adquiere una mayor importancia. Atrás quedó la época en la que era posible pensar en un cambio para el club que involucre tanto a hinchas como a dirigentes. El Aumento de Capital 2015 fue la prueba de que por parte de Cruzados SADP no existe la voluntad de incorporar al hincha como sujeto de acción en la construcción de su club. El cambio tiene que venir desde abajo.

Como primer paso, el surgimiento de movimientos como Católica Para su Gente y Alta la Frente es un buen avance. Sin embargo, las consignas de redes sociales tienen una existencia efímera, que bien puede estar sujeta a la ausencia o al cumplimiento de logros deportivos. Urge que desde las organizaciones de hinchas sean elaboradas ideas claras sobre las cuales llevar a cabo la acción transformadora del club. No desde un individuo que cree que tiene una capa de superhéroe escribiendo detrás de un computador. Tampoco desde la exclusión, al contrario, entendiendo que cada uno aporta desde su vereda pero que juntos podemos ser más fuertes. No desde la desvalorización del trabajo ajeno, si desde el diálogo y la organización.

Volvamos a la carta, a la adquisición de San Carlos de Apoquindo y lo que pasó después:

«De esto no alcanzaron a pasar 10 años hasta que varios de los que se opusieron a la compra y otros, lo venden, y en un «gesto de generosidad» aportan de esa venta una parte a sus verdaderos y moralmente dueños. Así se escribe la historia y así se recordará siempre la adquisición de San Carlos de Apoquindo por anónimos que lo regalaron al Club y por los que lo venden, no anónimos, para integrar, el hoy –no cabe duda escuálido- erario de la Universidad. ¿Es lícito vestirse con ropas ajenas? ¿Tanto esfuerzo de tantos, puede desconocerse y con el más absoluto olvido de las personas, actuar usando la autoridad que da el poder?».

Jaime del Valle fue uno de los que manejaron la gestión de la venta de los terrenos de San Carlos de Apoquindo. También homenajeó el 77′ a Pinochet en Chacarillas, fue su ministro entre 1983-1987 y el 2005 fue citado a tribunales por la muerte de cuatro opositores a la dictadura durante el período en que fue parte del gabinete.

Después de él fueron varios los que se robaron al club. Por lo mismo, es fundamental tener conciencia histórica para comprender que no habrá grandes cambios reemplazando un nombre por otro en el directorio, sino que es necesario un remezón en las estructuras organizacionales de la institución. Un cambio de fondo. Para esto es necesaria la participación de todos los hinchas conscientes de que el partido más importante dura más de 90 minutos, y deshacernos del rol meramente clientelar que el fútbol mercado nos asigna para entendernos como sujetos históricos, capaces de proponer y provocar transformaciones en nuestro club. Con unidad y entre todos.

GRAF/PS