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Por Diego Espinoza Chacoff
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«No maté a nadie, ni choque curado», fue el duro mensaje que el marginado volante Leonardo Valencia lanzó a través de redes sociales este jueves. El ex Palestino manifestó su molestia por lo exagerado del castigo impuesto a él, y otros tres compañeros de equipo, y le envió un claro mensaje al capitán Johnny Herrera.
El portero fue sindicado como responsable del atropello de Macarena Cassasus en la comuna de La Reina, causándole la muerte en diciembre de 2009. Un recuerdo que no se le olvida a sus detractores, y que Valencia sacó a relucir al momento de conocer el castigo de entrenar diferenciado en lo que queda de su estadía en la U.
Este mensaje dejó en evidencia que las aguas están mucho más que inquietas en el Centro Deportivo Azul, y que el caso «cortados», complicó aún más la situación dentro del plantel. Y es que en la escuadra de Sebastián Beccacece existen jugadores que coinciden en el castigo impuesto desde Azul Azul, y otros que lo consideran exagerado.
Opiniones que varían según los diferentes bandos dentro del equipo. Por un lado están los involucrados en el escándalo de la celebración de cumpleaños de Gonzalo Espinoza tales como; el mismo Valencia, Joao Ortíz, Benjamín Vidal, Cristián Suárez, entre otros. A ellos se les suman los canteranos universitarios liderados por Sebastián Martínez, Nelson Espinoza, Nicolás Ramírez y Fabián Carmona.
Todos los nombrados fueron al polémico asado de equipo donde se incluyó a integrantes de otros bandos dentro de la U. En ellos destaca el defensa Gonzalo Jara quien, al igual que Gustavo Canales, Osvaldo González y Herrera, no tiene grupo determinado y sólo entrenan y se van sin sociabilizar mucho. Junto a Jarita, el uruguayo Guzmán Pereira también estaba en el asado, pero el es parte del bando de los extranjeros.
En ese último destacan, además del ex Montevideo Wanderers, su compatriota Mathías Corujo, Gustavo Lorenzetti, y el resto de los argentinos. Es en este conjunto donde existía más rechazo a la conducta de los compañeros «marginados» y por eso aprobaron la medida que tomaron desde Azul Azul y que, según Sebastián Beccacece, tuvieron que acatar en su cuerpo técnico.
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Pese a eso, el más insatisfecho por la actitud de sus compañeros fue Johnny Herrera. El meta reconoció ser «bueno para el hueveo» con periodistas e hinchas, pero reconoció que él no haría eso en momentos futbolísticos tan delicados como los que vive la U hoy en día.
«Hay momentos y momentos, como todo en la vida. Aquí todos sabemos que nos gusta más que nadie el hueveo, como se dice en buen chileno pero hay momentos y momentos para todos y punto, chao», lanzó el capitán azul.
Minutos antes de aquello, eso sí, Herrera fue más duro con sus compañeros a la hora de enfrentar a los hinchas que llegaron al CDA para criticar al equipo azul, y entregó otra muestra de que su relación con los «marginados», en especial Valencia, ya era nula.
«Habían más cabros metidos (en el asado), esto no fue: ‘te mando cagando de una’. Yo compadre puse la cara por el maricón de Valencia cuando lo querían echar la semana pasada porque no nos quiso acompañar a El Salvador para no mamarse el viaje de tres días. Ahora hay que traer a compadres que si quieren estar en la U», dijo Herrera a los hinchas en su conversación privada, según lo consignado por radio Cooperativa.
Sumado a todo eso, la U sigue a cinco unidades de los puestos de descenso y enfrenta este viernes (20:00 horas) a un rival directo en esa lucha como es Deportes Iquique, en el Estadio Nacional. Dado ese escenario, Beccacece pidió un borrón y cuenta nueva, y a enfocarse en el fútbol más que «en todo los golpes recibidos en la estadía en la U».
graf/DE