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Por Pablo Serey y Diego Espinoza – El Gráfico Chile
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En el último clásico disputado en San Carlos de Apoquindo, varios líos en materia de seguridad se registraron en la parte norte de la tribuna Sergio Livingstone. Fue en el choque entre Universidad Católica y Colo Colo, cuando los cruzados se impusieron por 2-1.
En aquella ocasión, los jugadores de la Franja Cristián Álvarez y Michael Ríos respondieron a las provocaciones de hinchas albos que estaban apostados a pocos metros mientras realizaban los ejercicios del calentamiento.
Gestos obscenos y numerosos improperios le valieron ser citados, y posteriormente castigados por el Tribunal de Penalidades de la ANFP a los dos futbolistas mencionados.
Tras dicha experiencia, en Católica optaron por evitar problemas en el duelo ante la Universidad de Chile y la medida fue la siguiente: cambiar las ubicaciones en los bancos de suplentes. La UC dejó su habitual sector en la parte norte para acercarse al banquillo más cercano a Mario Lepe, mientras que la U ocupó la ubicación del dueño de casa.
La maniobra evitó inconvenientes para la suplencia de los locales, pero no evitó los malos ratos para los laicos. Sebastián Beccacece y la reserva azul fueron blanco permanente de insultos por parte de los forofos locales que a un par de metros del lugar de trabajo de los forasteros no agotaron energías para fustigar al rival.
«Son de la B», «Madres sin estadio» o «Beccacece fracasado», fue de lo más suave en cuanto a las burlas que emanaron desde la tribuna cruzada ubicada a un costado de la banca de los laicos.
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Eso sí, cabe destacar que a diferencia de lo ocurrido ante Colo Colo en el Apertura 2015-2016, en esta ocasión hubo permanente presencia de efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros in situ para evitar cualquier tipo de altercado.
GRAF/RR