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El Gráfico Chile
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Marcados por la preponderancia de lo colectivo por sobre lo individual, los equipos de Mario Salas no suelen tener figuras evidentemente sobresalientes por sobre el resto de sus compañeros, sin embargo en la campaña que permitió la obtención de la corona 11 por parte de la Universidad Católica hubo uno que brilló con luces propias: Nicolás Castillo.
Ferviente hincha de la UC, el delantero oriundo de Renca apostó por regresar al fútbol chileno a comienzos de 2016. Dejó de lado un poco el aspecto económico para privilegiar lo deportivo, pues en el Frosinone de la Serie A de Italia no estaba viendo mayor acción, por lo que urgía volver a obtener confianza y rendir en cancha.
«No fue fácil. Viví cosas lindas y malas, pero lo que más mejore fue mi carácter que tenía al debe acá en Católica», fueron parte de las primeras palabras de Castillo en su retorno en San Carlos de Apoquindo, en las que abordó su experiencia en el fútbol europeo, donde pasó por el Brujas de Bélgica, Mainz 05 de Alemania y el ya mencionado Frosinone italiano.
Tuvo su reestreno en el empate 2-2 en casa ante Deportes Iquique y se matriculó con un gol. Después vinieron buenas actuaciones goleadoras ante Unión Española o Universidad de Concepción, pero su desempeño más rutilante lo tuvo ante Santiago Wanderers en la precordillera, cotejo en el que los cruzados triunfaron por 4-2 y Castillo aportó un triplete.
Llegó a préstamo por seis meses y en ellos no perdió el tiempo. Su reencuentro con su mejor fútbol lo consagraron como el goleador del Clausura y eso mismo le permitió entrar en las nóminas de la Roja de Juan Antonio Pizzi.
Al levantar la estrella 11, Nicolás Castillo cumplió su sueño de niño, ser campeón con la UC ¿Qué viene ahora? Debe sentarse a conversar con la directiva del Brujas, club dueño del 70% de su pase. En primera instancia, no hay mayores chances para que el artillero continúe en la Católica, sin embargo su deseo y el de Cruzados es verlo de franjeado en el segundo semestre de 2016.
GRAF/PS