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Por Pablo Serey Correa
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Fue uno de los más criticados en el largo ciclo de las glorias postergadas, pero pese a ello fue siempre uno de los que dio la cara en todo momento, sin hacerse problemas para hablar del tema que fuera. Sin ningún tipo de tapujos, Fernando Cordero comenzó a ser una de las voces más sinceras del camarín de Universidad Católica y esa forma de ser públicamente, más su alza de nivel le permitieron cambiar la valoración de la parcialidad cruzada a su figura.
En la campaña de la estrella 11 fue uno de los más destacados del plantel y no sólo por su aporte en lo deportivo, sino que también por su particular personalidad, esa que ayudó a descomprimir el ambiente cuando las cosas no estaban bien, o cuando se necesitaba enfrentar con sapiencia las innumerables críticas y los pesados motes de arrugones o segundones.
Con esos antecedentes, se puede entender de mucho mejor manera el desahogo del Chiqui a la hora de festejar el título del Clausura 2015-2016. «Nos llevan criticando tanto tiempo que nos digan lo que quieran, que nos digan segundones, cagones, no es fácil estar acá, hay que tener huevos para estar en Católica y aguantar tanta mierda, porque a nosotros nos tiran pura mierda y eso no fue fácil, siempre nos tocó difícil«, tiró un eufórico Cordero.
En su algarabía, el ex Unión Española evocó las críticas que marcaron los últimos años en la UC. «Uno recuerda todas las cosas que se dijeron de los dirigentes, de los jugadores, de los técnicos que estuvieron. Este es un trabajo duro desde que yo llegué no es fácil».
En lo particular, el zurdo defendió las labores del DT Mario Salas y el gerente deportivo José María Buljubasich. «El profe Mario se desvive trabajando por este equipo, llega a las 8 de la mañana y se va a las 6 de la tarde, no creo que haya un técnico que haga eso, está todo el día analizando partidos y buscando cosas para mejorar. Al Tati la gente lo critica, pero él está todas las mañanas con nosotros, en los entretiempos de los partidos está con nosotros, la gente no ve eso, la gente ve solamente que trae refuerzos», estableció.
Pero a la hora de hablar de su propia sensación, de su vivencia personal en la UC que ahora suma un título después de varios años de penurias, el Chiqui sacó toda su artillería.
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«Para mí esto es demasiado especial. Fue difícil desde que llegué acá con Martín Lasasrte me ocuparon en muchos puestos, de volante, de delantero, de puntero, de lateral, no es fácil, en un momento se te critica mucho y no es fácil. Uno puede dar vuelta las cosas a punta de esfuerzo, fútbol y sobre todo con esas ganas de salir campeón. Este es el sueño de mi vida, salir campeón con un club es mi sueño y gracias a Dios se dio con la Católica. Se lo dedico a mi padre que está en el cielo que es hincha de este club y ahora a disfrutar. A todos los que dijeron algo, que se metan sus palabras en el culo«. tiró.
Para finalizar, el 11 de la UC sostuvo que «pudimos ser campeones mucho antes y no pudimos ganar, pero ya está, ahora lo único que se analiza es cómo se levantó la copa no más, nada más».
GRAF/PS