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El Gráfico Chile
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Partidazo. Emocionante. Electrizante. Entretenido. Efectivo. Esos adjetivos grafican lo que ocurrió en el Allianz Arena de Munich, donde el inteligente Atlético Madrid de Diego Simeone se metió en la final de la Champions League, pese a perder por 2-1 (la llave terminó 2-2) ante el Bayern de Arturo Vidal, pero aprovechando el gol de visitante.
El partido empezó como se esperaba, con el choque de estilos marcado. Los alemanes manejaban la pelota y buscaban por todos los medios el gol. Los Colchoneros esperaban tranquilos en su campo, con la intención de aprovechar algún contragolpe.
El polaco Robert Lewandowski luchaba con Godín y Giménez. Müller también quería abrir la cuenta. Arturo Vidal aportaba con garra y tiros de media distancia. Sin embargo, Oblak mantenía su arco en cero.
Como buen partido cerrado, la cuenta cobró vida gracias a la pelota muerta. A los 31′ Xabi Alonso pateó un tiro libre que rebotó en Giménez y que terminó en el fondo del arco. La serie estaba igualada.
Y tres minutos después los de Guardiola tuvieron la chance de estirar las cifras y acercarse a Milán… No pudieron. Oblak le atajó un penal a Müller y estuvo tremendo en el rebote ante Alonso. Se iban al descanso con la llave en tablas.
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El complemento siguió con la misma tónica, pero el equipo del Cholo Simeone pega y fuerte cuando hace daño.
El reloj del turco Cakir apuntaba los 54′, Fernando Torres mandó un pase filtrado para el francés Antoine Griezmann, quien no falló en su mano a mano con Manuel Neuer. 1-1. El Bayern tenía que hacer dos goles más para estar en la final. Una epopeya, porque enfrente estaba el cerrojo que viste de blanco con rojo.
Los bávaros estaban desesparados, querían el desnivel, el esloveno Oblak siempre estuvo atento. Por ejemplo, en los 70′ Vidal dejó al polaco con el arco de frente, aunque las manos del futuro ganador del premio Zamora otra vez se quedaron con la pelota.
Se pensaba que no caían más goles, pero el tiqui-taca de Pep no se cansaba de atacar. Fue así como en los 74′ David Alaba mandó un centro pasado, que pivoteó de gran manera Vidal y aprovechó Lewandowski para darle otro toque de emoción a la serie.
Faltaban emociones. Cakir en los 84′ se equivocó, porque Javi Martínez bajó fuera del área a Torres y cobró penal. No pasa nada dijo Neuer, el mejor arquero del mundo, porque contuvo de manera espectacular la pena máxima. Partidazo en la región de Bavaria.
No hubo más goles. El Atlético Madrid quiere su primer título de la Liga de Campeones, donde espera en la final a Real Madrid o Manchester City. Pero esa es otra historia.
GRAF/CS