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Por Diego Espinoza Chacoff
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El presidente de Azul Azul, Carlos Heller, sufrió un contundente cambio de opinión acerca de la continuidad del técnico de Universidad de Chile, Sebastián Beccacece. El timonel de la concesionaria se aburrió de defender al argentino y cedió ante la negativa total del directorio de mantener a un entrenador que no consiguió ningún objetivo trazado en su llegada.
Con ese escenario, el mandamás de la U le pidió al ex ayudante técnico de Jorge Sampaoli que dimitiera de la banca de los universitarios, en una reunión que tuvo lugar en el Centro Deportivo Azul, y que contó con la presencia de la Comisión de Fútbol del club y el propio entrenador. Ahí el directorio le expuso al DT su postura y Beccacece respondió con una negativa a renunciar.
El técnico está buscando salir con glorias del club y por eso dijo que no dimitirá. Sumado a eso, en la concesionaria no tienen presupuestado pagar la millonaria indemnización de cerca de 800 millones de pesos que significa despedir al rosarino -quien tiene un año y medio más de contrato- y por eso negocian en la U negocian una opción alternativa que sería definida este martes en la reunión ordinaria del directorio laico de este miércoles.
Ahí Heller deberá exponer los pros y contra de un cuerpo técnico liderado por Beccacece que no dio los frutos esperados. He ahí la primera piedra de tope del máximo accionista azul. Y es que el DT rosarino llegó como la gran apuesta de la actual administración laica, pero terminó siendo un fracaso que el actual mandatario laico deberá asumir como una derrota personal que intentó evitar.
Además del tonel de billetes de su salida, y la mala imagen con la que queda Heller, Beccacece también tiene a su favor que «no ha tenido a su plantel exigido». Un reclamo que el DT le hizo a los directivos a lo largo de la campaña aludiendo a la mala suerte de no poder nada más que tres refuerzos que se terminaron lesionando, pese a ser de su gusto.
Pese a eso, el ex escudero de Sampaoli completó la quinta peor campaña histórica de la U, con un rendimiento futbolístico que alcanzó un escaso 35.5% y nisiquiera ganó los clásicos frente a Universidad Católica o Colo Colo como para esconder el pésimo nivel demostrado en cancha por sus confundidos pupilos.
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La dirigencia de Azul Azul le había pedido que por lo menos avanzara a la liguilla de la postemporada, para así borrar la mala sensación internacional dejada en la eliminación ante River Plate de Uruguay. Un empate 2-2 con el descendido Unión La Calera y una derrota ante Huachipato, también sentenciaron la opción de una Copa Sudamericana para los azules.
No bastando con eso, Beccacece fue perdiendo piso de todos lados e incluso tuvo que aguantar la renuncia del PF Marcelo Geralnik por «problemas familiares» y el repudio de varios jugadores del plantel que confesaron a El Gráfico Chile están confundidos con el sistema que planteó Beccacece durante el semestre, y con el que no se cuadraban por el caos que provocaba.
Con todo eso sobre la mesa, la sesión de este miércoles en La Cisterna se vuelve crucial en la medida en que Beccacece siga con su negativa de dejar la U. Y es que piso ya casi no le queda, y la desaprobación del directorio azul es casi absoluta dada la gran decepción, que generó las altas expectativas que se tuvieron con el DT en su llegada.
GRAF/DE
