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Por Diego Espinoza Chacoff
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La dirigencia de Azul Azul dio vuelta su decisión inicial y determinó mantener al técnico Sebastián Beccacece en su cargo. Eso sí, la negociación no fue favorable para el argentino, quien tuvo que modificar su contrato y sólo se quedará por seis meses más en la U, si es que no tiene buenos resultados el próximo campeonato.
Una decisión que tuvo que acatar Beccacece, dado que de la mesa directiva de los laicos tenían ratificada su salida ante el pésima campaña que había completado el entrenador durante el Clausura 2016. Del total de 11 integrantes que componen esa mesa, cuatro estaban seguros de sacar al DT costara lo que costara, otros cuatro pensaban en la millonaria indemnización que significaría despedirlo, y sólo tres apoyaban al rosarino.
Entre esos tres estaba el presidente Carlos Heller, y el vicepresidente Mario Conca, quienes hablaron en reiteradas ocasiones con Beccacece y le hicieron una serie de peticiones para que les asegurara que la situación iba a cambiar el próximo torneo. «Sebastián nos dio explicaciones en lo técnico, pero nosotros necesitamos resultados», reconoció el timonel de la U en conferencia, pero a sabiendas de que defendía a alguien cuestionado.
Eso no es todo. Y es que ante la posibilidad de que el ex ayudante técnico de Jorge Sampaoli en la Roja dejara el club, varios funcionarios de la U estaban contentos de esa alternativa, ya que en el día a día no aguataban más el régimen que les imponía el técnico.
Reconocido obsesivo por su profesión, Beccacece llega todos los días al CDA a las 07:30 horas a trabajar, y por ende pidió que se empezara a trabajar más temprano en el recinto azul. Un panorama que empeoró cuando los resultados no comenzaron a llegar en el campeonato, y que «cambiaron la actitud de Sebastián con los demás» según confiesan en La Cisterna a El Gráfco Chile.
Y es que las derrotas le afectaron mucho al entrenador trasandino, quien cambió mucho sus actitudes con jugadores y que, según dicen sus cercanos, «lo hizo encerrarse en su propio mundo, estar a la defensiva a cada momento, y contestar inapropiadamente cuando no debía porque a él sólo le importa el fútbol y nada más».
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En ese sentido, estas actitudes también molestaron al plantel que tampoco estaban muy contentos con el entrenador por sus constantes variaciones en el esquema. Si en la semana se entrenaba algo, el día del partido, en la concentración, cambiaba todo y provocaba el desastre en la cancha.
Con ese escenario adverso, la única salvación del entrenador fue convencer al PF Luis María Bonini para que lo acompañara en su proyecto, tal como le había pedido Heller para continuar en la U. Lo otro a favor del DT fue su primer vínculo con los laicos donde sólo con una millonaria salida se podría dar fin a su segundo cíclo en el CDA.
Hoy la cosa es distinto y si la cosa sigue igual, Beccacece tiene claro que vivirá sus últimos días en su primera experiencia como entrenador titular de la U.
GRAF/DE
