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El Gráfico Chile
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La carrera de futbolista presenta luces y sombras para los jóvenes talentos que logran llegar a primera división, apuestas que a corta edad tienen que enfrentarse a un mundo nuevo. Ese es el caso de Nicolás Maturana, el volante nacido en la Universidad de Chile, que hoy hace una autocrítica de su inició en la actividad.
En entrevista con La Tercera, el jugador de buena campaña en Palestino, donde se encontraba cedido a préstamo, analizó lo difícil que es para los debutantes en este deporte no cegarse con cifras de dinero que en otras circunstancias costaría mucho tener: «A veces, de no ganar nada a ganar $500 mil pesos, se te van los humos a la cabeza. Uno sale a carretear con los amigos y piensa que con $500 mil tienes el mundo a tus pies«, contó.
El jugador que tras el Clausura tiene que volver al equipo azul invita a los dirigentes y técnicos a confiar en los jugadores de divisiones inferiores pero advierte que se debe monitorear su inclusión en la máxima competencia.
A modo de ejemplo, Maturana recordó su explosivo inicio en el equipo laico: «Estar en la U era lo máximo. El día que debuté en la U pensaba que estaba listo. Decía que iba a jugar en otro país, que todos me querían. Jugar un campeonato no dice nada. Hay que ser regular durante años».
El volante reconoció que tuvo problemas de indisciplina, que ahora estarían superados, por eso buscará una nueva oportunidad en el equipo: «Actuaba mal porque no se me daba la oportunidad de jugar. Eso influía en mí. Sólo quería demostrar mi talento. Me mandé muchos condoros en la U. Llegaba tarde a entrenar, respondía cuando me daban órdenes. Ahora sé cómo son las cosas, sé cómo es el fútbol».
Pese a que su préstamo terminó el futuro de Maturana es incierto. Todavía no recibe un llamado de la dirigencia de Azul Azul, ni de Sebastián Beccacece, sólo tiene claro que el 23 de Mayo debe presentarse a entrenar: «No sé nada de mi futuro. No me han llamado, ni me han dicho nada. Si vuelvo a la U lo voy a hacer con la mejor disposición, si me quedo en Palestino estaré muy contento. Me encantaría volver a la U, pero para estar activo. No quiero estar en la banca».
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Y aunque en la U no descartan su venta, Carmona confía en que el técnico argentino le podrá dar una nueva oportunidad, ahora con la madurez del tiempo a su favor: «La única vez que hablé con Beccacece fue cuando le ganamos con Palestino. Me dijo que lo estaba haciendo bien y que siguiera así. Le tengo mucho cariño. Me hizo debutar con Sampaoli», cuenta y se ilusiona. Ahora el argentino tiene la última palabra.
GRAF/JR