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El Gráfico Chile
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Como si fuera una redención, el Leicester regresó al lugar donde se consumó el pecado. Un año después del bullado escándalo sexual que allanaría la llegada del DT italiano Claudio Ranieri, el plantel de los Foxes volvió a Bangkok, capital de Tailandia, pero esta vez para celebrar el título de la Premier League 2015-2016.
Y sin lugar a rencores, los tailandeses le brindaron un cálido recibimiento a los integrantes de la delegación encabezada por el propio Ranieri y el capitán del equipo, el jamaiquino Wes Morgan.
Dejando atrás las especulaciones que apuntaban que el Leicester no volvería a las tierras de su propietario, el magnate Vichai Srivaddhanaprabha, los monarcas del fútbol británico se dejaron caer en el país asiático y la recepción que tuvieron fue una verdadera locura, pero linda. «Campeones, campeones», gritaban los cientos de fanáticos que repletaron el aeropuerto Suvarnabhumi.
«Esto es increíble», comentó Morgan sobre el apoyo recibido en Bangkok, en el marco de la gira para celebrar la obtención del histórico título de la máxima serie del fútbol británico.
Srivaddhanaprabha quiso premiar a sus jugadores con un viaje por su país, tal como lo hizo en la temproada pasada, a esta misma altura del año, cuando decidió regalar un viaje a Tailandia al plantel en símbolo de recompensa por la épica remontada que les permitió mantenerse en la Premier.
Pero aquella vez se produjo el gran escándalo que torció la historia del actual campeón del fútbol del Reino Unido. Tom Hopper, Adam Smith y James Pearson fueron protagonistas de una orgía con una clara connnotación racista en contra de tres prostitutas tailandesas. El tema hubiera quedado ahí, pero la filtrción de un video dejó en evidencia el asunto.
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La narrada situación provocó la ira de Srivaddhanaprabha, conocido por ser parte del sector más conservador de Tailanda. Eso, conllevó a consecuencias directas: los tres jugadores implicados fueron despedidos y también se marchó el DT de aquel entonces Nigel Pearson, papá de James.
La decisión de desvincular a Pearson, quien mantenía una polémica relación con la prensa, fue criticada, pues fue el artífice de la remontada que le permitió a Leicester mantenerse en la Premier. Pero el destino puso a Claudio Ranieri en lugar de Pearson y el italiano fue el gran maestro de la mejor obra de los Foxes en su historia, la que otra vez los lleva a Tailandia, pero esta vez con un final feliz.
GRAF/PS